Revista Espiritualidad

No te dejes impresionar por personalidades fuertes

Por Ana

NO TE DEJES IMPRESIONAR POR PERSONALIDADES FUERTES

saludo entre Moisés y el Rey

Cuando somos pequeños nos impresionamos con facilidad, la autoridad de los mayores es muy poderosa. O al menos así era cuando me tocó ser niña. Luego llegamos a la edad adulta y dependiendo de nuestra personalidad, nos dejamos más o menos avasallar por los demás. Nuestra vida social comienza en el cole, allí los profesores nos dicen lo que tenemos que hacer y no hacer, a mi me enseñaron a leer con pellizcos y tortas. En el trabajo nuestros jefes nos hablan con autoridad, como si fueran superiores a nosotros y les debiéramos un respeto mayor al que nos merecemos nosotros por parte de ellos. Pero lo peor es si caes enfermo y tienes que ir al médico a que te hagan pruebas y ni te miran a la cara, eres uno de tantos. Fatal si te tienen que operar, entonces ya pierdes tu dignidad, enseñas tu culo con esa bata que te ponen y tienes que suplicar que te atiendan o callarte y aguantar. Luego están los políticos que se creen que son superiores a los demás, cuando realmente son servidores públicos. Eso sin hablar de la autoridad policial, judicial, etc. Así que si tienes una personalidad no muy fuerte o si eres sensible, te va comiendo  la sociedad, te va dejando sin autoestima, te va destruyendo. Al final tienes depresión y no sabes por qué.¿Y qué hacemos? ¿Algo estará en nuestras manos? Yo me conformaría con que nos dejaran en paz. Es mucho más difícil cambiar la sociedad que cambiarnos a nosotros mismos. Por eso el consejo es bueno, no nos dejemos impresionar por los otros, defendamos nuestros derechos y los de los nuestros. Y respecto a las personalidades fuertes de nuestro entorno cercano, no les demos las alas que buscan, no nos dejemos convencer, no entremos en discusión, no merece la pena. Mantengamos la serenidad, estemos seguros de nosotros mismos.
Quiero dar las gracias a Moisés García por la foto que me ha prestado en la que sale él mismo saludando al rey. El 17º consejo de Gurdjieff para su hija fue:
No te dejes impresionar por personalidades fuertes

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