Revista Cultura y Ocio

¡No te pierdas "Wyoming Desencadenado y los Insolventes"!

Publicado el 01 octubre 2014 por Rincondesastre @ElrincnDesastre


¡Ya estamos por aquí como de costumbre! Sé que los martes están reservados para el cine, pero de vez en cuando también me gusta cambiar de temática y la semana pasada fui a ver un espectáculo que es digno de mencionar. Así que dejaré el cine de lado hoy y me centraré en el monólogo que lleva por título “Wyoming Desencadenado y los Insolventes”.
Me enteré de este espectáculo gracias a una amiga que lo vio por Facebook y desde el minuto uno supe que tenía que hacerme con una entrada. Teniendo en cuenta que van a ser funciones puntuales, una servidora se estaba volviendo loca por encontrar su pase y cuando lo consiguió fue la más feliz del mundo.
¿Qué puedo decir de este monólogo? Seguro que muchos conocéis al gran Wyoming. Puede que os suene de “El Intermedio” que es el programa que presenta actualmente o incluso lo conozcáis de cuando salía en “Caiga Quien Caiga”. Sea como sea, es un profesional de los pies a la cabeza y en este espectáculo nos muestra un poquito más de esa chispa que nos deslumbra a todos.
Aviso para navegantes que el monólogo de Wyoming va muy en su línea actual, así que si eres de ideas quizá un poco contrarias a las suyas, te recomiendo que guardes tu dinero aunque será algo que ya habrás supuesto por tu cuenta. Quedas advertido para que no gastes tu dinero y además te lleves un disgusto por el camino.

Y ahora vamos al lío. ¡Brillante, sensacional y plagado de risas! Así definiría de primeras esta función que te absorbe, te introduce en un estado de euforia donde no puedes dejar de aplaudir y reír al mismo tiempo algo que no es incompatible. Y es que este gran profesional nos habla de la verdad más absoluta, pero recalcando que él puede estar equivocado en su forma de verla y no duda en contárnosla.
Como tema central tenemos la existencia de Dios, la creación de la Iglesia y nos remontamos de esta manera a una época que nos suena lejana. Cargada de sentido del humor, Wyoming nos hace evolucionar cada tema uniéndolo a la actualidad y mencionando factores que consiguen hacerte sonreír.
Humor inteligente que puede entender tanto el 10% de los listos como el 90% de los tontos. Sí, una representación creada para todos y amenizada con un montón de canciones cantadas por él. Y como equipo de sonido, su grupo actual los Insolventes que tocan a la perfección y permiten descansar la mente del espectador.
Con un guión muy claro, que no duda en saltarse cuando realmente es necesario hacerlo y tocando temas actuales que muchos vivimos actualmente. No es raro escucharle hablar de Moisés, tampoco de Rouco Varela, la zarza ardiente donde se apareció Dios o la temible “Espe” con su “Fast and The Rubious”.

Muchos podrían calificar que cojea de un pie, que siempre mantiene sus diálogos centrados en el mismo tema, pero que inevitablemente tocan temas que a todos nos preocupan. Sanidad, educación,  nivel de vida, la economía del país, la corrupción, el aborto, la Iglesia y todo ello recogido bajo el pesado manto de la creencia en Dios.
Otro punto a favor de este espectáculo es la participación del público, donde no se queda como un mero espectador sino que el propio Wyoming incita a la participación, sea de una manera cómica o por simple accidente. Un aspecto que considero imprescindible en un monólogo que se precie de llamarse así.
Calidad y diversión en 90 minutos. Con nosotros duró un poquito más, se explayó cantando algunas canciones y todos nos movimos al son de canciones plenamente conocidas. Si quieres pasar un buen rato, disfrutar de un diálogo inteligente y sobre todo escuchar la verdad por una vez… ¡Te lo recomiendo encarecidamente!
Tengo entendido que va a presentar actuaciones simultáneas en el teatro Compac de Gran Vía, el cual tiene una pésima organización, al menos hasta navidades. Estar atentos a los meses alternos que es cuando tiene la intención de realizarlos y si no vivís en Madrid pero estáis cerca… ¡No lo dudéis! Comprar vuestra entrada porque os aseguro que el arrepentimiento no florecerá en vuestra mente y alma. 

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