No te pongas colorada

No te pongas colorada. Si eres de las que te salen los coloretes de pepona a la mínima, la dermatología y la cosmecéutica ya tienen solución para ti.

Renée Zellweger es muy de cara colorada. (Crédito imagen: david_shankbone / Foter / Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0))

Más allá de un ataque de vergüenza, que también, hay muchas personas a las que la cara se pone colorada con frecuencia. Factores ambientales como el calor o el frío, la exposición solar, tras la ingesta de comidas calientes, picantes o copiosas, por beber alcohol, tener fiebre, la menopausia, las emociones, el tratamiento con fármacos, el estrés, determinadas enfermedades como la rosácea…

¿Lo de Cameron es colorete de más o flushing? (Crédito imagen: david_shankbone / Foter / Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0))

“El flushing es un enrojecimiento de la cara, transitorio o permanente, que causa una gran incomodidad personal, laboral y social a quien lo padece”, explica la doctora Montserrat Salleras, jefa de Dermatología del Hospital Sagrado Corazón de Barcelona y miembro de la Asociación Española de Dermatología y Veneorología. “Se produce por una vasodilatación de la circulación facial, en personas predispuestas genéticamente. Esta vasodilatación puede ser espontánea, sin motivo aparente, o, como ocurre en la mayoría de casos, ocurrir en respuesta a diversos estímulos”.

No es para tomarlo a broma. Raquel González, directora técnica para España de Pure SkinCare Cosmecéutica (empresa que comercializa en España la firma Medik8), calcula que una de cada tres personas tienen la piel sensibilizada y que el enrojecimiento, puntual o crónico, puede llegar a afectar a la mitad de la población.

Kirsten Dunst necesita un tratamiento antirojeces. (Crédito imagen: Eva Rinaldi Celebrity and Live Music Photographer / Foter / Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-SA 2.0))

Se calcula que una de cada tres personas padece un problema de flushing y hasta el 50% puede tener enrojecimiento, puntual o crónico

Hasta hace muy poco, para tapar una cara colorada no había más que soluciones cosméticas, maquillajes cubrientes y cremas con pigmentos verdosos que disimulaban el problema, pero no lo trataban. Sin embargo, la medicina y la cosmecéutica se han lanzado a investigar y ahora se plantean nuevas alternativas. Entre ellas está la brimonidina, un medicamento que cierra los vasos sanguíneos y que, aplicado por la mañana en crema, evita el enrojecimiento durante aproximadamente 12 horas. Actúa a los 30 minutos de aplicación, y no tiene efectos secundarios de relevancia, ni efecto rebote, según la doctora Salleras, quien recuerda que una persona con flushing debe evitar todos los cosméticos agresivos, que son los que llevan ácidos, como el glicólico o el retinoico, peelings o exfoliantes.

Hay también técnicas estéticas, como el tratamiento con láser o luz pulsada, “que con varias sesiones mejoran mucho la evolución del proceso y cierran los vasos sanguíneos faciales de forma permanente”. En los dos casos se necesita una sesión al mes durante tres o cuatro meses. El precio suele rondar entre 300 y 400 euros por sesión y la piel se queda enrojecida durante las siguientes 48/72 horas, pero se puede maquillar, sin olvidarse de utilizar fotoprotección (de hecho, se recomienda hacer estos tratamientos en los meses de invierno, para que la exposición solar sea menor).

En España acaba de lanzarse también Redness Corrector, de la firma cosmecéutica británica Medik8. Se trata de un tratamiento anti-rojeces con seis acciones destinadas a reducir estas erupciones cutáneas asociadas a reactividad, rosácea, cambios hormonales, rotura de capilares y arañas vasculares. Además ayuda a reducir la sensación de quemazón y escozor. Entre sus componentes lleva extracto de camomila, vitamina E, aloe vera, cloruro de potasio y otros ingredientes que reducen la inflamación de la piel, tienen efecto vasoconstrictor y corrector instantáneo (por sus pigmentos verdosos que neutralizan los rojos). “Además, sus ingredientes también son inmunosupresores selectivos, que controlan y neutralizan las señales que llevan al enrojecimiento”, explica Daniel Isaacs, director de I+D de laboratorios Pangea.

Así que ya sabes, no te pongas colorada porque ya no tienes excusa.