Este tema es harto importante sobre todo en cuanto a nuestra felicidad diaria se refiere. Cuánto más tienes la mente llena de problemas mayor será tu malestar.
La mayoría de las veces creemos que no podemos dejar de preocuparnos, sin embargo, esto no es cierto. La preocupación es un hábito que hemos adquirido y sólo tenemos que deshacernos de él o cambiarlo por otro más efectivo hacia nuestro bienestar personal. Como bien dice la palabra preocupaciòn, es lo previo a la ocupaciòn, "pre-ocupación". El problema radica que nunca llegamos a la acción o nos cuesta sobremanera abandonar el preocuparnos.
Si por el contrario, valoramos que no podemos hacer nada para su solución, entonces debemos lanzarlo mentalmente al universo, y creer plenamente que se resolverá de la mejor manera posible. Admitir que algo superior a nosotros nos lo va a solucionar es la actitud que mayor beneficio nos traerá, esta actitud es, para algunos, difícil de alcanzar, sin embargo, la práctica constante ha demostrado muy buenos resultados.
Lo fundamental tiene que ver con el abandono de dar vueltas y vueltas sobre nuestras circunstancias sin dar un paso a la acción. La idea principal no es en intentar no pensar en lo malo sino centrarnos en solucionar nuestros problemas. Cuánto mas te obsesiones por no pensar provocarás el efecto contrario.
También es importante resaltar, como dicen Hernan Valdivia, que muchas de las preocupaciones que tenemos nunca ocurrirán, y corresponden al 40% del total. Estas son productos de nuestras creencias irracionales o de nuestra ansiedad. Otro tanto por ciento, el 30% nos lo pasmos pensando en decisiones pasadas que ya no podemos cambiar. Un 12% tiene que ver con las críticas, mayoritariamente falsas, hechas por personas tóxicas, que se sienten inferiores. Otro 10% lo pasamos preocupándonos por nuestra salud, y no somos conscientes que con esta actitud empeoramos nuestro cuerpo. Y tan sólo un 8% son "legítimas", y casi siempre estos problemas pueden ser afrontados y eliminados, sobre todo cuando hemos eliminados las demás preocupaciones superfluas.
Según José Antonio García Higuera, cuando empezamos a solucionar un problema, hemos comenzado su afrontamiento y, asi, aumentamos la probabilidad de librarnos del peligro previsto y ya nos comenzamos a calmar, porque hemos iniciado la resolución del problema.
Feliz semana libre de preocupaciones y llena de ocupaciones!!