Hoy quiero escribir el porqué no te quiero. No me importan las visitas o la aceptación que tenga este post. No me importa que no sea la temática habitual de mi blog ni que no tenga el toque sarcástico ni de humor que suele tener. Lo único que realmente importa es reflejar por escrito porque no te quiero.
A lo largo de mi vida he conocido todo tipo de personas, desde buenas, generosas y leales hasta psicópatas, egoístas y tóxicas. Lógico, hay de todo en el mundo, pero lo cierto es que tengo un curioso imán para determinado tipo de personas, de difícil definición. No sé si es un imán o es un don...
Pero jamás pensé que podría conocer a alguien al que no quisiera.
No te quiero.
No te quiero a pesar de que me des la estabilidad, seguridad y valentía necesaria para combatir a mi compañera de vida, la ansiedad que limita muchos aspectos de mi actividad.
No te quiero porque me apoyes incondicionamente por lo que sería capaz de tener otro bebé aunque eso conlleve la posibilidad de tener otra depresión postparto. (Aún no entiendo como no saliste corriendo... porque yo, si hubiese podido...).
No te quiero pese a que me hagas ver las cosas con más objetividad y pragmatismo dándole importancia a lo que de verdad la tiene, sin importarme lo más mínimo las criticas y comentarios de la gente.
No te quiero porque siempre estés ahí, a mi lado, de mi mano, a pesar de las golpes y adversidades de la vida sin desestabilizar el equipo que formamos.
No te quiero aunque hagas que todo sea más fácil, sacando la mejor versión de mi y siendo el mejor compañero de vida. A pesar de que me hayas dado lo mejor de la vida, nuestra pequeña dictadora, nuestro pequeño bombón.
Y NO PUEDO QUERERTE, porque quererte no es suficiente.
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