Después de 25 kilómetros que transcurren por laberínticas rotondas, planicies arboladas y zonas residenciales llegamos a la pequeña ciudad marinera de San Juan de Luz (13.000 habitantes) El casco viejo está formado por hermosas casas de estilo arquitectónico vasco. Muchos de los edificios datan del siglo XVII, época en la que San Juan de Luz era uno de los puertos pesqueros más importantes de Francia.
El vetusto y humilde puerto junto al paseo marítimo y la célebre Rue Gambetta, le permiten ser a San Juan de Luz un destino muy interesante. Menos conocida que la famosa Biarritz y más acogedora.
Atravesamos la calle de una punta a otra para traspasar los muros derruidos de la antigua muralla y llegar hasta un poste de madera. Clavada, junto a una concha, hay una señal que indica Chemin de Saint Jacques de Compostelle... Es el punto de partida para muchos peregrinos y el punto final para nosotros por tierras francesas, regresamos a Navarra en busca del "hype" de cuevas mitológicas y otras no tanto...
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