Todos nos hemos caído alguna vez con nuestra bici, y en muchas ocasiones esas caídas han venido en mitad del descenso de un puerto. Por ello es más que normal que en alguna ocasión hayamos tenido miedo de realizar un descenso arriesgado o a gran velocidad, y solamente el incremento de confianza paulatino irá cambiando esa tendencia. Pero cuando hablamos de un miedo irracional a los descensos entonces entramos en un problema que debemos de atajar y corregir.
Y debemos de atajarlo y corregirlo no porque queramos llegar más rápido abajo o porque queramos hacer diferencias con nuestros compañeros en las bajadas (o enjugar lo que nos hayan sacado en las cimas de los puertos)…recordemos que somos cicloturistas y nuestro único deber es disfrutar sobre la bicicleta. Precisamente por eso hay que corregir el miedo irracional a las bajadas, porque no nos permitirá disfrutar de nuestro hobby, creándonos una situación de angustia poco agradable que puede llegar a hacernos aborrecer la máquina. Además, nos encontramos ante algo bastante peligroso, ya que quedar congelado de miedo en mitad de una bajada, completamente bloqueado, puede llevarnos a provocar una nueva caída o incluso a protagonizarla nosotros mismos. Así que…vamos a intentar quitar ese miedo en las bajadas.
En mojado hay que extremar las precauciones
Easy AdSense by UnrealLa mayoría de las caídas que sufrimos los ciclistas apenas revisten gravedad, y no son más que chapa y pintura, esto es, muchos rasponazos que duelen bastante pero que no son realmente preocupantes. Por eso el primer consejo para recuperar la confianza es volver a montar en bici cuanto antes. Si puedes salir a dar una vuelta el día siguiente de la caída mejor, aunque después te pases un par de semanas sin tocar la máquina debido a que te molestan las heridas. Pero volver a sentir el contacto con la carretera cuanto antes es decisivo para no crear un trauma innecesario que luego podría ser más complicado de afrontar.
En segundo lugar vuelve a retomar tus rutinas poco a poco. Es decir, no intentes cambiar cosas de tu forma de andar en bici sólo porque besaras el suelo en una ocasión (si es en varias el asunto ya cambia, porque puede que sea por un defecto de técnica). Inclina igual, afronta las curvas igual y ten las mismas precauciones de siempre al hacer un descenso. Verás que al principio tus tiempos de paso, tus velocidades, son ligeramente inferiores a antes de la caída. Eso es normal, y tan sólo el tiempo y una recuperación de confianza paulatina irán poniendo las cosas en su lugar.