No tengo ganas de escribir...

Ni pizca de ganas, de verdad... Mira que hay temas de los que hablar, pero ninguno me parece lo suficientemente importante como para dedicarle un rato. O tal vez es que este año me he tomado en serio lo de las vacaciones y he decidido darle menos al teclado, no lo sé. 
Podría hablar de Gaddafi, del huracán "Irene" -que hay que fastidiarse el nombre tan bonito que le han puesto a un fenómeno tan destructivo- o de la goleada del Madrid en Zaragoza y la polémica de Casillas, pero, ¿realmente merece la pena? Probablemente sí, porque muchos lo hacen, pero yo no estoy inspirado, no tengo ganas de escribir en agosto, y aunque he vuelto al trabajo y me tengo que poner las pilas, en esto no tengo ganas.
¿Y sabéis qué es lo peor de todo? Que estoy utilizando una entrada del blog para decir que no tengo ganas de escribir. ¡Si es que no tengo remedio! Puede que mañana esté más animado y encuentre algún tema al que sacarle punta, pero hoy va a ser que no...