Dejaos de excusas, si veis que tal
Esto es algo que decimos con regularidad. Seguro que tú lo dices. Yo lo hago. Es habitual. A veces sentimos que nos falta tiempo para abarcar todo lo que queremos hacer. En el
curso que hice sobre
organización y gestión de gestión del tiempo nos hablaron sobre ello, y sobre las claves que hay que tener presentes al respecto para una organización eficaz de nuestro tiempo.
Porque la pregunta, al fin y al cabo es la siguiente: ¿Realmente se trata de que no tenemos tiempo cuando decimos que no tenemos tiempo? ¿O quizás se trata de que en realidad no queremos hacer aquellas cosas para las que no tenemos tiempo?
En el curso que hice nos explicaron que, la mayoría de las veces, al decir
“no tengo tiempo” en realidad lo que estamos diciendo es “eso no está entre mis
prioridades“. Por lo tanto, la clave del asunto radica en decidir qué es lo realmente importante para uno mismo, y ser coherente con ello.
Porque cuando el mantel es más pequeño que la mesa, hay que decidir qué parte de la mesa queda sin cubrir. Por lo tanto, la
decisión de qué parte de la mesa se queda sin mantel es nuestra. O lo que es lo mismo: solo nosotros podemos decidir qué hacemos con nuestro tiempo.
Dicho suena como muy fácil, ¿verdad? El problema está en el temor que puede llegar a dar afrontar la decisión de
descartar ciertas tareas. Porque nos da miedo decir que no (ya hablaremos de esto). Y, evidentemente, para hacerlo, hay que afrontar la evidencia desde la
responsabilidad.
La gente me pregunta cómo hago para sacar adelante tantas cosas. Y, por lo general suelo decir que me pongo en modo Autómata On, y así no pienso; simplemente lo hago; pero supongo que también hay una parte de elección y descarte. Porque precisamente cuando decido hacer una cosa, a su vez e inevitablemente, estoy decidiendo dejar de hacer otra. Así consigo tiempo para las cosas que me interesan.
Y la verdad es que otra de las claves para gestionar el tiempo de forma eficaz y poder organizarse, junto a decir que no, es aprender a delegar. No queramos abarcarlo todo. Hay veces en las que vale más dejar algunas tareas a otras personas: nuestra pareja, alguien de la familia, o alguien a quien pagamos y que desempeñará esa tarea mejor y más rápidamente que nosotros mismos.
Precisamente por esta presunta falta de tiempo o, enfocándolo bien, por ese juego de elección y descarte, es posible que las próximas semanas publique con menor frecuencia. Porque necesito descansar, tomar fuerzas… y tener espacio para más cosas, aparte de este blog -que me reporta satisfacciones, pero también mucho esfuerzo para actualizarlo-.
Sé que lo comprenderás y no me lo tomarás en cuenta. O eso espero. Y, de todos modos, seguiré estando por aquí.