Algunas escaleras sirven para subir y otras para bajar. Lo que no he visto nunca son escaleras que sirvan para quedarse en medio. O subes o bajas, en caso contrario no usas la escalera. Puede que sea una escalera que no te lleve a ninguna parte o, al contrario, que te lleve a todas partes o que te lleve muy despacio o muy deprisa pero siempre será por encima o por debajo de donde estabas antes. Para quedarte en el medio no hacen falta escaleras. Te quedas y listo. Como mucho hace falta alguna puerta, las puertas sí que sirven para cuando uno quiere quedarse en medio.
Hay que posicionarse, elegir y ser consecuente. No nos sirven pusilánimes sin opinión, no los queremos. Bastante difícil es tirar del carro como para que se suba gente sin motivos para subirse. De eso nada. Si te subes a nuestro carro debes tener bien claro porqué lo haces. Nos importa más la voz que el voto, así que ve aclarándote la garganta porque queremos oírte cantar. No nos importa que desafines. Lo que nos importa es que tengas voz propia, que tu canción sea tuya, más bonita o más fea, eso da lo mismo, pero tuya. Que sea la conclusión a la que has llegado tu solo después de pensar en el mundo. Queremos tu opinión, tus quejas, tus motivos para vivir y tus soluciones. Juntos podemos intentar subir o bajar, pero no nos quedaremos parados en el medio.
Eso que lo hagan otros, los que no se plantean las cosas, los que no captan los mensajes y viven permanentemente en la superficie, sin mirar más allá de sus narices y atendiendo únicamente a sus necesidades básicas, esos que van por ahí abriendo y cerrando puertas para descubrir que siguen en el mismo sitio, hasta que les hace gracia y ya se quedan ahí, quietos, con cara de bobos, la boca abierta y la voz gritona y casi siempre alegre.
Queremos gente que se implique y se arriesgue, que quiera tomar las riendas de su propia vida y decidir en qué dirección la vivirá. Si eres de esos, te esperamos al pie de la escalera para empezar a subirla juntos. Claro que más temprano que tarde nuestros caminos se separarán, pero lo harán para seguir la lucha en diferentes direcciones, siempre dispuestos a sumar. No te preocupes si te sientes perdido, reconocerás a los nuestros por ese brillo especial en los ojos y por la boca cerrada. Los que no piensan tienen la mirada apagada, como sin vida y casi siempre mantienen la boca un poco abierta, como si se les cayese la mandíbula. Ve fijándote en la gente que está a tu alrededor y ya verás. No tiene pérdida.