Desde que experimentamos el confinamiento, hace ya prácticamente un mes, para fomentar la colaboración ciudadana y recordar que todo irá bien así como para entretener a los niños, se han colgado miles de dibujos bajo el lema "todo va a salir bien".
Pero NO TODO VA A SALIR BIEN.
Nunca he sido un fanática de marcas del estilo Mr. Wonderful ni de la felicidad o positivismo impuesto, por lo que ahora no iba a ser menos en estas circunstancias. Y no, no se trata de ver lo negativo solo, si no más bien de ser realista y no restarle importancia a esta grave situación que estamos viviendo.
Seamos realistas...
No todo va a salir bien, porque eso es quitarle gravedad al fallecimiento de 15.969 personas a el día de hoy, y las que vendrán, y las que no han contabilizado bien, así como el dolor de sus familiares que no han podido despedirse de su ser querido ni tan siquiera para darle sepultura. A esas personas JAMÁS se les va a olvidar ese dolor e impotencia.
No todo va a salir bien cuando a los niños se les cambia el carácter por ser los grandes olvidados, y no bastaría sólo con salir a la calle, si no con tener una cierta normalidad. Esta situación está modificando su personalidad sin poder aún entender ni razonar lo que sucede, por mucho que se lo expliquemos. Y como no generan casi impacto económico pues no se les tiene en cuenta, son población de segunda o tercera.
No todo va a salir bien cuando psicológicamente no estamos bien (lógico, la situación no para menos) y esto no va a finalizar cuando se acabe el confinamiento. Desde problemas de ansiedad, agorafobia, depresión hasta otro tipo de trastornos. Respeto las medidas de confinamiento, pero van a pasar una gran factura.
No todo va a salir bien cuando cada día se ve más patente una España dividida en dos partes, en vez de estar unidos, juntos luchando contra el coronavirus. Parece que éste es el momento idóneo para buscar culpables, echar mierda y criticarse. Todos sabían lo que iba a suceder y cómo se iba a propagar este nuevo virus, por no hablar de las habladurías de los conspiranoicos en las que interesa que muera gente mayor porque hay sobrepoblación anciana...
No todo va a salir bien cuando somos tan incívicos. Aún sabiendo como es la situación nos vamos a la playa en esta Semana Santa sin pensar en las consecuencias o estamos en el balcón pendientes de lo que sucede para increpar a quien está en la calle, hasta hacer que los niños con autismo tengan que identificarse para que les dejen tranquilos (¡qué vergüenza!)
No todo va a salir bien cuando los sanitarios están viviendo unas situaciones como si de una guerra se tratara. Eligiendo quién es el paciente más apto para sobrevivir y poder darle el respirador que necesita, trabajando más horas de las que el cuerpo aguanta, viendo situaciones que jamás podrán olvidar, exponiéndose en primera fila al coronavirus sin apenas protección, etc.
Y también hay que incluir a los trabajadores de alimentación, camioneros, repartidores, farmaceúticos...
No todo va a salir bien cuando hay muchos autónomos (casi 400.000) que no tienen de qué comer y cuando hay muchas pymes que van a tener que cerrar al no ser esenciales. Y esto está sucediendo ahora mismo, por no hablar de la crisis económica que vendrá una vez que esto termine, millones de personas en paro (800.000 más este mes)...
Y podría seguir, pero sólo con esto ya no todo va a salir bien. Hay que ser realistas. No es plan de hundirse en la miseria pero tampoco ser positivos puestos que esta situación poco de positivo tiene.
Estoy indignada y preocupada, me siento impotente y cansada, con miedo y ansiedad, teniendo que sonreír y disimular ante mi hija cada día. Y seguiré haciendo mi papel. Ya cuando todo esto finalice tomaré medidas para mejorar la situación que esto termine provocando. Ahora no me sirve pensar que se debería haber hecho esto o aquello porque NO ESTÁ EN MI MANO y no ayuda en absolutamente nada.
Es momento de sobrevivir como mejor se pueda, de aportar en vez de restar, de estar juntos y ayudar, de levantarnos entre todos, pero siempre siendo realista, porque SALDREMOS DE ÉSTA aunque no todo va a salir bien.
¿Quién dijo que la vida era fácil? Esto es la vida, no todo sale como queremos pero lo sobrellevamos porque somos más fuertes de lo que creemos. Y me enorgullezco de las personas que conforman el país donde vivo, gente solidaria hasta la médula y que antepone las personas a la economía.