Revista Libros
"No todos moriréis" de Antonio Jareño
Publicado el 05 abril 2014 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendoSinopsis
“No todos moriréis” es, de alguna manera, una novela diferente. La narración enlaza varias tramas simultáneas: el extraño apuñalamiento ocurrido delante de las cámaras de vigilancia de un banco, un cura de pueblo que encuentra una carta de un antecesor suyo escondida en una maleta, el dueño de una multinacional de productos cosméticos, interesado en encontrar al Judío Errante y con él el secreto de la inmortalidad… y un investigador privado, encargado de averiguar cuál es el "secreto supremo" que le ocultan a su cliente.
Así se pone en marcha un relato que nos conduce por el mundo de la investigación médica, pasando por las ideas visionarias del Premio Nobel Alexis Carrel y su amigo el aviador Lindbergh, las prisiones de la Alemania nazi o la fragilidad mediática del poder.
Una novela que va acelerando continuamente su paso sin dejar un respiro al lector.
Datos Técnicos
Editorial: -
Título Original: -
Número de páginas: 343 Encuadernación: Ebook ASIN: B008MQNXJ4 Año de edición: 2011 Precio: 0,89€
Sobre el autor: Antonio Jareño
Impresiones
Tengo esta novela en mis manos casi desde que salió al mercado, pero por “h” o por “b”, nunca me ponía con ella. Por un lado me arrepiento y por otro parece que las novelas esperan su momento justo para ser leídas. Hace unas semanas hicimos la reseña de “La maldición de Cristo” y da la casualidad que nos topamos con la misma temática. La inmortalidad del “judío errante”, aunque tratada desde otra perspectiva. Cosas del destino, que de repente pone en tus manos libros semejantes.
Una novela de intriga, persecuciones, misterio, asesinatos, conspiraciones, en donde Andrés, el personaje principal, empleado de banca se verá inmerso en una trepidante aventura, sin comerlo ni beberlo, al visionar un vídeo de lo más extraño, mientras intentaban ayudar a una cliente porque le robaban el dinero de su cartilla. Este es el punto de partida donde diversas historias terminan convergiendo en un único punto, manteniendo el enigma y exponiéndonos unos grandes puntos de giro.
Los personajes se van exponiendo de forma gradual, con los cuales Andrés entabla relación de una forma casual. Están bien definidos pero poco profundizados, sí que es cierto que no se echa de menos en demasía, porque Antonio se centra en la trama y realmente los personajes son unos conductores para los hechos, pero tal vez falta ese punto de “encariñamiento”. Solo hay un personaje, el femenino, que en mi opinión está fuera de lugar, es verdad que juega un papel importante al final de la historia, pero está demasiado forzado en mi opinión. Es la única pega que pondría.
La historia va “in crescendo” en ritmo, adecuadamente, siguiendo un orden cronológico claro, desarrollándose en distintos escenarios, siendo los principales España y Alemania. Andrés viajará a Alemania para poder vengar la muerte de su mejor amigo, y descubrir el por qué de su asesinato. Descubrirá que hay intereses especiales en obtener el vídeo de la sucursal, dado que hay círculo de personas buscando a un ser inmortal, para así obtener la fórmula magistral de la inmortalidad. Gracias a sus abundantes diálogos y un lenguaje sencillo, del día a día, sin rebuscamientos es lo que hace a la lectura más ágil y rápida. Es cierto que tiene una base creada en torno a un hecho religioso, y que uno de los personajes principales es cura, pero no es su premisa, más bien el interés científico, acompañada de sus dosis de datos históricos, bien recibidos, curioso y necesarios para entender y seguir la historia. En especial esta aclaración la realizo por aquellos que estén en contra de una novela con temas religiosos.
Existen reticencias, aunque cada vez menos, de consumir lecturas de novelas autopublicadas, y ya sabéis por nosotros que existen algunas muy buenas y muy bien cuidadas; con una labor de corrección buena, y este es otro claro ejemplo. De un trabajo bien cuidado.
Por Rocío Carralón
¿Quieres hacerte con un ejemplar? Hazlo desde el siguiente enlace: No todos moriréis