Yo no crecí gustando de mis rizos, ni si quiera me “daban igual”, al contrario, lo detestaba y pensaba “Malditos genes dominantes, Por qué me tenía que tocar a mí el cabello rizado?” Yo lo quería lacio, largo, brillante y sedoso, quería pasar el cepillo sin que se me enredara el cabello, que fuera fácil peinarme y que se viera tal y cómo el de mis compañeritas lacias, cómo el de todos los ídolos de la tele y películas, lo quería cómo el de mi mamá, mi tía y mi abuela: lacio!
Junto a mi hno. en 1995, feliz con mis rizos sanos y definidos. Todavía no detestaba mis rizos.
Crecí y todos los mensajes subliminales eran: “tienes el cabello equivocado, opta por A, B o C para tenerlo artificialmente lacio o conformate con cabello de león!” Y así pasé la mayor parte de mi infacia y adolecencia entre colas de caballo altas y un ocasional blower para “ocasiones especiales” porque en ese entonces ni pensar llevar los rizos a un evento especial! Me convencí de que mi cabello era malo, rebelde, e incontrolable y cuando cumplí 17 años me desrizé por primera vez con un tratamiento químico llamado BioIonic, antes de que llegara la chocolaterapia y el brazilian blowout, este era el tratamiento del momento en ese entonces ya que aclamaba ser menos dañino que los relajantes o tratamientos desrizadores que siempre han existido y dejaba el cabello lacio.
En los años Pre-MiVidaRizada. Maria Gabriella con sus rizos y yo en ese entonces llevaba un corte bob durante mis años de desriz.
La aplicación del tratamiento duraba 3 horas, luego lo secaban y pasaban una plancha especial, durante 3 días no podía lavar ni sudar el cabello y luego regresaba al salón para que lo lavaran con productos específicos. Mi cabello no se quemó, ni se veía seco luego del tratamiento pero no podía simplemente salir de la ducha, colocar una loción y dejarlo secar; tenía que pasar la secadora con cepillo redondo y luego una plancha para que el cabello no se viera opaco y sin forma. Esto me tomaba más o menos 30 minutos, con todo y que me había cortado el cabello a la altura de mis hombros.
Y así seguí por 2 años, retocando las raíces más o menos cada 4 meses y sometiendo mi cabello a altas temperaturas por el uso excesivo que le daba a la secadora y la plancha, al menos 4 veces a la semana. Llegó el punto que mi cabello ya no se veía saludable, estaba débil, se reventaba y tenía mucho frizz en la parte superior.
En Febrero de 2010 decidí que no me iba a retocar más las raices e iba a dejar crecer el cabello. Seguí secando el cabello con secador y cepillo y en Abril de 2010 fui al salón de belleza para el primero de tres cortes donde cada vez cortaban más centímetros de cabello procesado. Por un periodo de más o menos 6 meses tuve el cabello bastante corto y no estaba en las mejores condiciones ya que por mucho tiempo había estado aguantando el calor directo de la plancha y el secador.
En Julio de 2010, días después del último gran corte, ya mi cabello era totalmente natural y lleno de rizos!
No me olvidaré de las palabras de la estilista cuando comenzé la transición, “Piensa en esto como un proyecto, va a tomar un tiempo, y tienes que ser paciente”. Cuanta razón tenía ella! No había una barita mágica que en un 2×3 fuera a rehabilitar mi cabello y ha tomado tiempo, dedicación, paciencia y todavía sigo en ese proyecto; mi cabello ha crecido, esta sano y fuerte, pero todavía quiero algunas pulgadas más de largo.
Valió la pena pasar por la transición? Sí, absolutamente! Justo después de mi primer corte, me ví al espejo y pude ver un par de rizos asomandose y una sensación de alegría me inundó y supé que esa era Michelle, que ya no iba a negar más mis rizos porque a la vez estaba negandome a mí misma. Ha sido fácil? Pues cómo todo proyecto, tiene altas y bajas y tenía mucho que aprender sobre el cabello rizado, cómo cuidarlo y sobretodo tuve que aprender a tener paciencia cómo también apreciar que el el cabello rizado tiene personalidad propia y no se supene que se tiene que ver cómo bucles de muñeca de porcelana ni como rizos perfectos resultado del photoshop. Hay algo totalmente único y natural de cada cabellera de rizos, y con buenos cuidados pueden respirar y demostrarte todo el potencial que tienen!
Diciembre 2011. No podría estar más feliz con mis rizos!