Revista Historia
Os traigo esta vez un recorte del artículo "Diálogo entre Noam Chomsky y su público" que aparece en Le Monde Diplomatique en español, en su número 177 de julio del presente 2010. Aquí habla sobre el juego practicado en el conflictivo Oriente Medio por Estados Unidos e Israel. Sin preámbulos os lo transcribo. Es muy interesante.
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Presente en París del 28 de mayo al 1 de junio, el lingüista y militante estadounidense Noam Chomsky pronunció varias conferencias ante salas llenas hasta los topes, en particular en el teatro de la Mutualité, invitado por Le Monde diplomatique, y en el Collège de France. Tras sus exposiciones, los debates con el público dieron lugar a ricos intercambios sobre cuestiones de actualidad.(...)
La situación de Oriente Próximo parece plantear un desafío al análisis racional de los políticos, plantea un asistente. Mientras que no habría nada de racional en el comportamiento de Israel cuando multiplica las colonias, incluso en Jerusalén Este. Tampoco habría nada de racional cuando el Gobierno estadounidense sostiene de facto una ocupación, que por otra parte condena verbalmente y que sólo puede perjudicar su relación con el mundo árabe.El apoyo de Washington a Israel es bien racional. Data de 1967, cuando Estados Unidos tomó el relevo de Francia. En esa época un conflicto oponía a dos fuerzas del mundo árabe: el fundamentalismo musulmán, sostenido por Estados Unidos, y el nacionalismo laico, considerado como el principal enemigo de las potencias occidentales. Es decir, Arabia Saudí contra Nasser. Ahora bien, Israel destruyó el nacionalismo laico, sostuvo y consolidó el fundamentalismo musulmán junto con Estados Unidos. Washington apotó militarmente a Israel; el Estado hebreo se tornó más o menos sagrado, lo que no era el caso antes.En 1970, otro importante regalo. Conforme a los deseos de Estados Unidos y de Israel, Jordania aplastó la resistencia palestina durante lo que se llamó "Septiembre Negro". Siria había hecho saber que podía intervenir para salvar a los palestinos. Ahora bien, Estados Unidos estaba todavía atascado en el sudeste asiático. Apeló pues a Israel para pedirle que movilizara sus tropas para impedir que Siria interviniera del lado de los palestinos. Siria retrocedió. El reino Hachemita, aliado de Estados Unidos, se consolidó, así como Arabia Saudí. Entonces, la ayuda estadounidense a Israel se multiplicó por cuatro. Y todo siguió de la misma manera.El marco estratégico estadounidense, llamado alianza periférica, se basa en dirigentes árabes y dictadores que controlan sus paises y el petróleo. Tienen que protegerse de su propia población. Para lograrlo, Washington recurrió a una periferia de gendarmes, de preferencia no arabes, ya que [son] más competentes cuando se trata de matar árabes. En primer lugar, la periferia estaba constituida por Iran, en ese entonces gobernada por el Sha; Turquía y Pakistán. A comienzos de los años 1970, Israel se unió a ese grupo, convirtiéndose así en miembro de la gendarmería. Nixos los llamaba "los polis en patrulla" ('cops on the beat'). Comisarios locales, una sede de la policía en Washington: he aquí la estructura que debía controlar la región.En 1979 el Sha fue derrocado; Irán estaba "perdido". De nuevo aumentó el papel de Israel. En esa época, Israel prestaba varios servicios a través del mundo. El Congreso estadounidense impedía el apoyo directo de Washington a un terrorismo de Estado en el poder en Guatemala,en Sudáfrica y en otros lugares. Estados Unidos recurrió entonces a una red de países amigos que comprendía Taiwan, Israel, Gran Bretaña (y probablemente Francia), para, de alguna manera, hacer el trabajo sucio.En ese plan, Israel es muy eficaz. Sociedad industrial rica, dotada de técnicas vanguardistas,de una mano de obra muy cualificada, el Estado hebreo atrae las inversiones de las empresas estadounidenses de alta tecnología. Algunas industrias militares israelíes estrecharon vínculos con Estados Unidos, donde transfirieron una parte de su logística; desde los años 1950, los servicios de información de ambos países trabajan en buena inteligencia. Para la industria militar estadounidense, Israel constituye un maná financiero: cuando Estados Unidos gasta miles de millones de dólares al año para ayudar a Tel Aviv, Lockheed Martin se embolsa una parte. Y cuando Lockheed Martin vende aviones militares de última generación a Israel, Arabia Saudí replica diciendo: "también nosotros los queremos". Entonces Lockheed Martin vende equipos de menor calidad a Arabia Saudí, la que no siempre sabe usarlos, pero que compra por toneladas. En resumen, doble beneficio.¿Qué pueden ofrecerles los palestinos a Estados Unidos? Son débiles, están dispersados, no disponen de ningún recurso y de casi ningún apoyo en el mundo árabe. Los derechos son proporcionales al poder. Israel es un país poderoso, lo que le confiere ventajas; por lo tanto, tiene derechos. Los palestinos son débiles, no tienen ningún aliado; por lo tanto, no tienen derechos. Apoyar a los poderosos así como su propio interés, revela una política perfectamente racional. Se puede objetar que el apoyo que aporta a Israel causa oposiciones, manifestaciones en los países árabes, pero eso nunca fue considerado como un problema. Contamos con las dictaduras para aplastar a las poblaciones, y les suministramos las armas para hacer realidad ese objetivo. Ustedes pueden alegar que no es la decisión correcta, pero no pueden decir que es irracional. Por otra parte, está en perfecta coherencia con las políticas que llevaron a cabo en Latinoamérica, en el Sudeste asiático y en otras partes del mundo. A veces no sale bien, la planificación imperialista no es perfecta.En la actualidad, las cosas son un poco diferentes, no por Obama sino porque Israel giró muy a la derecha. Allí sopla un viento de paranoia,de ultranacionalismo, de histeria, etc..., que contribuye a banalizar los actos destructores, irracionales. Ahora bien, hoy Estados Unidos tiene ejércitos in situ, en Irak y en Afganistán. La irracionalidad de las acciones israelíes los puso en peligro. El general David Petraeus acaba de alertar contra el riesgo que la intransigencia israelí hace pesar sobre las tropas estadounidenses. Y no puede excluirse un viraje en la política de Estados Unidos: es un país muy chovinista donde, cuando alguien se atreve a perjudicar a nuestros valientes soldados, hay bastante disposición a quitárselos de encima. Israel juega un juego muy peligroso.**Opiniones como ésta han provocado que el gobierno de Israel no vea con buenos ojos al filósofo, quien hace apenas un par de meses vió denegada su entrada al país, donde se disponía a dar una conferencia.(http://www.elpais.com/articulo/cultura/Israel/deniega/entrada/filosofo/Noam/Chomsky/elpepicul/20100517elpepicul_2/Tes)
Saludos
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Presente en París del 28 de mayo al 1 de junio, el lingüista y militante estadounidense Noam Chomsky pronunció varias conferencias ante salas llenas hasta los topes, en particular en el teatro de la Mutualité, invitado por Le Monde diplomatique, y en el Collège de France. Tras sus exposiciones, los debates con el público dieron lugar a ricos intercambios sobre cuestiones de actualidad.(...)
La situación de Oriente Próximo parece plantear un desafío al análisis racional de los políticos, plantea un asistente. Mientras que no habría nada de racional en el comportamiento de Israel cuando multiplica las colonias, incluso en Jerusalén Este. Tampoco habría nada de racional cuando el Gobierno estadounidense sostiene de facto una ocupación, que por otra parte condena verbalmente y que sólo puede perjudicar su relación con el mundo árabe.El apoyo de Washington a Israel es bien racional. Data de 1967, cuando Estados Unidos tomó el relevo de Francia. En esa época un conflicto oponía a dos fuerzas del mundo árabe: el fundamentalismo musulmán, sostenido por Estados Unidos, y el nacionalismo laico, considerado como el principal enemigo de las potencias occidentales. Es decir, Arabia Saudí contra Nasser. Ahora bien, Israel destruyó el nacionalismo laico, sostuvo y consolidó el fundamentalismo musulmán junto con Estados Unidos. Washington apotó militarmente a Israel; el Estado hebreo se tornó más o menos sagrado, lo que no era el caso antes.En 1970, otro importante regalo. Conforme a los deseos de Estados Unidos y de Israel, Jordania aplastó la resistencia palestina durante lo que se llamó "Septiembre Negro". Siria había hecho saber que podía intervenir para salvar a los palestinos. Ahora bien, Estados Unidos estaba todavía atascado en el sudeste asiático. Apeló pues a Israel para pedirle que movilizara sus tropas para impedir que Siria interviniera del lado de los palestinos. Siria retrocedió. El reino Hachemita, aliado de Estados Unidos, se consolidó, así como Arabia Saudí. Entonces, la ayuda estadounidense a Israel se multiplicó por cuatro. Y todo siguió de la misma manera.El marco estratégico estadounidense, llamado alianza periférica, se basa en dirigentes árabes y dictadores que controlan sus paises y el petróleo. Tienen que protegerse de su propia población. Para lograrlo, Washington recurrió a una periferia de gendarmes, de preferencia no arabes, ya que [son] más competentes cuando se trata de matar árabes. En primer lugar, la periferia estaba constituida por Iran, en ese entonces gobernada por el Sha; Turquía y Pakistán. A comienzos de los años 1970, Israel se unió a ese grupo, convirtiéndose así en miembro de la gendarmería. Nixos los llamaba "los polis en patrulla" ('cops on the beat'). Comisarios locales, una sede de la policía en Washington: he aquí la estructura que debía controlar la región.En 1979 el Sha fue derrocado; Irán estaba "perdido". De nuevo aumentó el papel de Israel. En esa época, Israel prestaba varios servicios a través del mundo. El Congreso estadounidense impedía el apoyo directo de Washington a un terrorismo de Estado en el poder en Guatemala,en Sudáfrica y en otros lugares. Estados Unidos recurrió entonces a una red de países amigos que comprendía Taiwan, Israel, Gran Bretaña (y probablemente Francia), para, de alguna manera, hacer el trabajo sucio.En ese plan, Israel es muy eficaz. Sociedad industrial rica, dotada de técnicas vanguardistas,de una mano de obra muy cualificada, el Estado hebreo atrae las inversiones de las empresas estadounidenses de alta tecnología. Algunas industrias militares israelíes estrecharon vínculos con Estados Unidos, donde transfirieron una parte de su logística; desde los años 1950, los servicios de información de ambos países trabajan en buena inteligencia. Para la industria militar estadounidense, Israel constituye un maná financiero: cuando Estados Unidos gasta miles de millones de dólares al año para ayudar a Tel Aviv, Lockheed Martin se embolsa una parte. Y cuando Lockheed Martin vende aviones militares de última generación a Israel, Arabia Saudí replica diciendo: "también nosotros los queremos". Entonces Lockheed Martin vende equipos de menor calidad a Arabia Saudí, la que no siempre sabe usarlos, pero que compra por toneladas. En resumen, doble beneficio.¿Qué pueden ofrecerles los palestinos a Estados Unidos? Son débiles, están dispersados, no disponen de ningún recurso y de casi ningún apoyo en el mundo árabe. Los derechos son proporcionales al poder. Israel es un país poderoso, lo que le confiere ventajas; por lo tanto, tiene derechos. Los palestinos son débiles, no tienen ningún aliado; por lo tanto, no tienen derechos. Apoyar a los poderosos así como su propio interés, revela una política perfectamente racional. Se puede objetar que el apoyo que aporta a Israel causa oposiciones, manifestaciones en los países árabes, pero eso nunca fue considerado como un problema. Contamos con las dictaduras para aplastar a las poblaciones, y les suministramos las armas para hacer realidad ese objetivo. Ustedes pueden alegar que no es la decisión correcta, pero no pueden decir que es irracional. Por otra parte, está en perfecta coherencia con las políticas que llevaron a cabo en Latinoamérica, en el Sudeste asiático y en otras partes del mundo. A veces no sale bien, la planificación imperialista no es perfecta.En la actualidad, las cosas son un poco diferentes, no por Obama sino porque Israel giró muy a la derecha. Allí sopla un viento de paranoia,de ultranacionalismo, de histeria, etc..., que contribuye a banalizar los actos destructores, irracionales. Ahora bien, hoy Estados Unidos tiene ejércitos in situ, en Irak y en Afganistán. La irracionalidad de las acciones israelíes los puso en peligro. El general David Petraeus acaba de alertar contra el riesgo que la intransigencia israelí hace pesar sobre las tropas estadounidenses. Y no puede excluirse un viraje en la política de Estados Unidos: es un país muy chovinista donde, cuando alguien se atreve a perjudicar a nuestros valientes soldados, hay bastante disposición a quitárselos de encima. Israel juega un juego muy peligroso.**Opiniones como ésta han provocado que el gobierno de Israel no vea con buenos ojos al filósofo, quien hace apenas un par de meses vió denegada su entrada al país, donde se disponía a dar una conferencia.(http://www.elpais.com/articulo/cultura/Israel/deniega/entrada/filosofo/Noam/Chomsky/elpepicul/20100517elpepicul_2/Tes)
Saludos