Noche de verbena. Recuerdo noches como ésta saltando la hoguera sin cesar. Deseando con todas mis fuerzas quemar todo lo negativo. Otras noches que son vagos recuerdos de cómo acabaron, de cómo la juventud hizo que las viviera intensamente para luego olvidarlas. Noches de verbena en família, con los míos, hoy lejos. Otras recorriendo las siete fuentes o recogiendo el agua del alba. Noches de verbena.
Hoy vuelve a llegar esa noche, extraña noche. Dicen que mágica. Petardos, fuego, cocas y cava. Mágica.Este año llego a trompicones, pero llego, y quemaré lo que tenga que quemar. Disfrutaré de la compañía y mañana despertaré con ganas de labor nueva y energía renovada. La noche mágica hará el resto…
Feliz verbena y ¡nada de petardos por favor!