Revista Opinión

Noche Oscura,dame Un Abrazo.

Publicado el 16 noviembre 2018 por Carlosgu82

Cada madrugada al contemplar la soledad existente en mi cuarto, la cual me recibe de forma calurosa en la noche fría del herido día, me pregunto ¿Si realmente estoy solo?, ya la ausencia de mis hijos,de sus berrinches de serafines que golpean mi acústica es palpable, las constantes tertulias con mis demonios internos son insuficientes para llenar ese vació que carcome  la sutil zona de mi afligida alma,mientras reposan en mi averno aquel el festival de fotos coloridas de quienes he dejado atrás y he perdido en el olvido, mi egoísmo no me permite dejarlos transmutar a otros espacios,pero se que estas tu,tan inmóvil, se que en silencio me observas,me abrazas, acaricias mi regazo y besas mi frente.

¿ A que le temo?,¿A los santos que tapizan mi cuarto o a los que se han ido?,¿O acaso a quienes les he sido infiel con mis pensamientos mas puros?, en fin una hora de sueño no tiene precio cuando estoy a tu lado, dar marcha atrás no refresca esta ansiedad,solo extiendo mis brazos y me recibes, entre cantos de sirenas moribundas ,las serenatas de perros a la mala vida que circula por la calle me recuerdan que pronto nacerá un nuevo hilo de vida mientras el cantar del nuevo día se acerca,galopante y raudo como mis pensamientos,es allí cuando mas me aferro a perder lo que nunca he tenido,mis labios susurran suavemente ¡ Soledad no me abandones!,agonizo y palidezco en la noche oscura,disparo miradas a todas partes para tener miedo de ti, pero te necesito mas que nunca,me compadezco por lo que soy, no por lo que he sido.

No tengo pasado,el presente quedo atrás y mi futuro incierto clama por lo que mi atormentada y cansada alma se embriaga de soberbia ante mis herejías de la vida terrenal,soy desterrado de mis gratos y amenos recuerdos, sediento de paz y serenidad,soy una efímera partícula en la noche oscura de cielo estrellado,mi ultimo suspiro no fue pedir perdón,no, ni arrepentimiento ante lo que hice o deje de hacer, fue un félido murmullo en el cual dije: “ABRÁZAME QUE TENGO FRÍO”.


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