Camaradas,
Mientras en el Reich un bono navideño valedero por dieciséis onzas adicionales de arroz y vegetales, algo más de una libra de azúcar, jamón y café se reparte a todos los ciudadanos para celebrar las fiestas navideñas y mantener alta la moral civil, el Führer aporta su granito de arena y como ya sucediera el año pasado se aleja de sus más allegados para celebrar la Navidad con sus tropas.
El Führer almuerza con sus soldados.
En efecto, el Führer abandonó ayer Berlín y se dirigió al Oeste con la intención de visitar a los soldados de la Wehrmacht acantonados en Francia y felicitarles las navidades. Durante su visita a las baterías de largo alcance emplazadas en la costa asistió a una ceremonia militar conjunta del Heer y de la Kriegsmarine. Después almorzó con los soldados en una cocina de campaña de la Organización Todt. Durante la comida ha trascendido la siguiente declaración del Führer: “Ante nosotros está la libertad y el futuro de nuestro pueblo. Detrás de nosotros quedan experiencias amargas. En nosotros vive la inalterable resolución de que de esta guerra resurgirá un Reich alemán mejor y más hermoso.”
Los soldados alemanes por doquier celebran la Navidad.
Por la tarde, el Führer prosiguió su visita y se dirigió a Boulogne. Las unidades navales estacionadas ahí le rindieron a su Führer un sentido homenaje.
Durante la jornada de hoy, día de Nochebuena, el Führer ha visitado las instalaciones de dos escuadrones de caza de la Luftwaffe y pronunciado sendas alocuciones, en una de las cuales ha declarado lo siguiente: “Lo que habéis conseguido este año es algo que ni los más viejos soldados creían posible.” Por la tarde, el Führer se ha dirigido a Abbéville, donde pasará la Nochebuena con la guarnición local de la Wehrmacht.
Es lebe der Führer!Fröliche Weinächten!