Revista En Femenino

Noches en vela desprogramadas

Por Lai Pv @laicapi

No sé si os he contado ya que en casa solo sabemos tener hijas malas para dormir. Aquí no solo se cumplió eso de dejarás de dormir en cuanto nazca y mientras tome teta. No No…aquí ha habido de todo: miles de despertares nocturnos para tomas, resistencia para dormir, tener que hacer peripecias para que se duerman, pesadillas, terrores nocturnos, alergias al sudor que no dejan dormir en verano, despertares para ir a hacer pipí, y desvelos…

sisi, los desvelos es el tema de hoy. Porque cuando ya pensábamos que habíamos superado esa fase de no dormir, cuando ya dormíamos las noches casi enteras (son pocas las noches que no hay que levantarse al menos una vez), cuando teníamos claro que a la enana le gusta más dormir que a su hermana (a pesar de lo que se repite en quedarse dormida) entonces vienen noches como la del otro día.

Una noche en la que están dormidas las dos a una hora relativamente temprana (aunque no sé si las 22 sería una hora correcta, pero estamos en verano!!) y entonces me engancho literalmente a la serie de turno (el tema de mi adicción a ver series del tirón lo cuento otro día) A la 1, sabiendo que tengo que ir a trabajar, me resisto a ver un capítulo más y me voy a dormir.

Es pisar el cuarto (por si no lo recordéis nosotros practicamos el colecho, por lo que dormimos todos en la misma habitación, lo contaba aquí) Entraba yo en la habitación sigilosamente cual pelicula de espías, y literalmente no me dio tiempo ni a ir al baño a lavarme los dientes. La enana se mueve, abre un ojo, me ve de pie, y se sienta!!! Mami quiero leche y quiero tele…(en mi cabeza sonaba un gran “noooooooooooooooooooooooo”) Y tengo claro que esto es un castigo por haber visto tres capítulos seguidos de la serie de turno. si me hubiera ido a dormir a las 10 esto no pasaba, fijo.

Porque aunque la enana es una santa, cuando se desvela, tiene tela. No hay forma de dormirla otra vez sin la tele, ya nos ha pasado antes, así que ni rechisto. Le pongo un vaso de leche, la tele sin volumen, y me estiro a dormir a su lado.

A dormir si no fuera porque entonces a su hermana le da por despertarse, a ella que no le molesta la luz para dormir y que podría quedarse dormida en pleno día en pleno parque, resulta que le está resultando molesta la luz de la tele. Por suerte, al cabo de un rato de vueltas y más vueltas, al final se duerme. Si os preguntáis porque me preocupaba que se despertara…es porque cuando el desvelo nocturno corre a cargo de la terremoto mayor, no es suficiente con ponerle la tele y estirarte al lado, hay que hablarle, contarle algo, escuchar lo que estaba soñando, a lo mejor ir al salón a jugar un rato o leer un cuento, y un largo etc…por eso, si se tiene que despertar una, que sea la enana.

Y después de todo esto, me estiro a dormir otra vez.

Y entonces la tele se apaga, pues estaba programada para 30 minutos, y la enana me despierta “mami quiero más tele” Y otra vez…y creedme que si la programo otra media hora, me despertará otra vez, porque tiene una resistencia de madrugada impresionante. Así que 1 hora de tele extra…y yo me quedo zzzzzz

Al dia siguiente, eso sí, cuesta un mundo levantarla a ella (y a mi) y voy todo el día casi arrastrándome por el suelo. Y me pregunto ¿como lo hice los primeros 4 años de maternidad cuando no dormía 5 horas seguidas ni una sola noche? Que sabio es el cuerpo que se acostumbra tan rápido, y que rápido pierde esa habilidad que podría guardar en su “programación” (digo porque me hubiera ido bien no ir no dormirme por los rincones ni ir bostezando todo el día)

Al dia siguiente, confieso, caí rendida antes que ninguna de las dos niñas!

Pd: se han abierto las votaciones para las fotos con la H del proyecto de Miss Lavanda, ¿quieres pasarte a verlas? La mía es la 9. Si te gusta, ¡vota por ella! Gracias!

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