Es Nochevieja, fin de año, y todos nos afanamos en hacer balance de lo vivido en este año 2014 que ya termina y se nos va hora a hora y en trazar nuevos planes y metas para el Nuevo Año 2015. Quien más y quien menos, tiene expectativas para los próximos doce meses. La época que nos ha tocado vivir parece que nos marca un calendario cada vez más frenético de acontecimientos y compromisos, de objetivos y planes que nos saturan y nos estresan. Recuerden las palabras de Mateo:
“Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día¨
Mateo 6:34
Relájense y no se preocupen tanto por esas metas y expectativas, no dejen que el entorno les agobie y marque sus vidas. Tanto si llegan a este fin de año con grandes esperanzas, o con grandes preocupaciones y problemas, intenten vivir plenamente el momento sin más. Quedan 12 meses por delante para hacer realidad sueños y resolver situaciones comprometidas.
Sea como fuere que celebre esta noche y el día de Año Nuevo, tenga en cuenta que lo mejor es dedicar un tiempo a la reflexión personal y seguir un camino coherente en la vida, encontrar fuerza en las cosas importantes que uno valora, e ilusionarse por un año de vida que nos espera por delante, lleno de promesas y novedades. Necesitamos este tiempo para renovarnos espiritualmente y no perdernos en las falsas fiestas de celebración de una vida sin valores y vacía, sólo llena de consumo y derroche, de artificialidad y falsos dioses (riquezas, hedonismo, y demás). En esta noche que despedimos el año y damos la bienvenida a uno nuevo lleno de esperanzas, necesitamos un tiempo para presentarnos ante Dios y meditar sinceramente sobre lo que necesitamos, lo que debemos hacer en cada momento, y qué metas nos son necesarias plantear en nuestra vida; necesitamos coger fuerza e impulso para seguir adelante y vivir con optimismo.
De nuevo son adecuadas las palabras de Mateo:
¨Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido. Mateo 7:7-8.
Que esta Nochevieja y Nuevo Año sirvan para fortalecer la fe de cada uno en respuesta a las situaciones que deberemos superar. No se afanen tanto en fiestas y celebraciones como en fortalecerse espiritualmente y ser un bastión de vida y experiencia compartida con los demás y con aquellos que les importan. Conviertan esta noche en tiempo de esperanza, optimismo, sueños, fe, y anhelos, y que el Nuevo Año los encuentre llenos de alegría, amor, bondad y buenos deseos.
Que pasen una buena Nochevieja y tengan un Feliz Año Nuevo 2015.