Revista Ciencia
Nociones sobre Management: Bienvenidos al mundo de la Innovación Abierta
Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22Dos gigantes empresariales como Alcatel-Lucent y Cisco Systems entienden la innovación de manera muy diferente: mientras que la primera, heredera de los míticos Bell Labs, se gasta ingentes sumas en su departamento de I+D, la segunda no duda en comprar aquello que necesita bien sean ideas, tecnología o patentes, bien mediante acuerdos de socios o o invirtiendo en startups prometedoras. “Buscando fuera Cisco obtiene el mismo resultado y es una de las mejores organizaciones de I+D del mundo”, escribía en un reciente artículo Henry Chesbrough, profesor de la Universidad Berkeley y padre de un concepto que ha revolucionado el mundo: la innovación abierta.
Empezar a innovar desde cero lleva tiempo y, sobre todo, dinero, mucho dinero. Además, la I+D se ha deslocalizado y especializado. Israel, por ejemplo, es considerado el Silicon Valley del Mediterráneo. Entonces, ¿por qué no tender puentes hacia donde está la mejor producción tecnológica y científica del mundo para importar ideas?
El español Carlos Marqueríe lo vio claro y en 2008 fundó 4 Innovation. “Lo importante es la i minúscula, la tecnología disruptiva. La innovación son flujos de cambios constantes y cada oleada exige más conocimiento y más capital. Las grandes empresas hoy no tienen dinero para hacer innovación y las compañías españolas de mediano tamaño no tienen capacidad de acceder a esa innovación disruptiva. Queremos establecer las tuberías para facilitar esa transferencia tecnológica entre ambos mundos”, explica el también consejero delegado.
Con esta idea se fue a Israel mochila en mano para identificar sobre el terreno las principales patentes, hubs de investigación, startups, fondos y tecnologías del país. Cuatro años y medio después, este laborioso trabajo ha dado su fruto: la plataforma 4i Watch tiene un mapa único en el mundo de 3.500 agentes innovadores disruptivos, el 85% de la producción del país, en torno a cinco grandes ecosistemas de tecnologías emergentes de demanda internacional: energía, tratamiento de residuos y agua, tecnologías del información avanzadas, nuevos materiales y ciencias de la salud. “Israel no tiene empresas con capacidad industrial que sí hay en España. Es un matrimonio excepcional”, añade Marqueríe.
4 Innovation ayuda a las empresas que se les acercan –también trabajan con gobiernos y fondos de capital riesgo– a definir qué es para ellas la innovación con la idea de cambiar su modelo de negocio, escalar en el valor añadido que ofrecen o diversificar. Luego, se busca la mejor fórmula de colaboración, desde la inversión en una startup israelí a la colaboración científica, pasando por acuerdos comerciales o incluso por crear una empresa en el mismo Israel. Además, 4 Innovation aporta una red de cincuenta científicos internacionales que rastrean el mercado y analizan el ciclo de vida y la disrupción de esas tecnologías.
“Por 200.000 dólares se puede tener el 20% del capital de una compañía disruptiva. En Israel, tres de cada cinco startups salen a Bolsa, mientras que en España no existe ese mercado de desinversión para la I+D”, explica. Aunque advierte que la competencia es brutal y para ilustrarlo cuenta cómo llegó a levantar siete millones de euros para invertir en una célula de batería eléctrica y, al final, un fondo de Detroit se llevó el gato al agua. En este tiempo, 4 Innovation ha asesorado a cuarenta empresas, la mayoría grandes firmas, y ha gestionado cien millones de euros invertidos en quince proyectos –todos para cuatro clientes–.
Pero Marqueríe aspira a más, mucho más. Ahora que se conoce Israel como la palma de su mano, la empresa ha empezado a rastrear sobre el terreno Singapur y el año que viene lo hará en Finlandia, los otros dos grandes núcleos de innovación mundial según el Global Innovation Index 2012. Para 2014, Marqueríe espera tener una bolsa de 10.000 startups a disposición de las empresas españolas. “Es el agente más inmediato y en cuatro años esa innovación puede estar operativa”, explica. Para completar el elenco, ofrecerá, además, información sobre la producción tecnológica en Estados Unidos conseguida, en esta ocasión, sólo a través de bases de datos.
Pero su ambición es mayor. 4 Innovation tiene la experiencia y la estructura, pero el modelo de scouting era manual: una empresa pagaba entre 40.000 y 200.000 euros al mes por rastrear en la plataforma esa tecnología que le fuera a cambiar la vida. Y esto, las empresas de mediano tamaño no se lo pueden permtir. Por eso, ahora Marqueríe trabaja en un nuevo proyecto para convertirse en “LinkedIn de la innovación. Seremos más efectivos y ganaremos más dinero si lo hacemos en abierto”, reconoce. Startup Neural Network Spain (SUNN), basado ¡cómo no! en la tecnología de una empresa israelí, verá la luz en enero de 2014 y la idea es hacer online e inteligente la plataforma 4i Watch, de manera que lo que Marqueríe llama la última milla de la innovación llegue directamente a la pantalla del ordenador. Un proyecto para el que 4 Innovation ha conseguido el apoyo de Madrid Network, que aportará 750.000 euros del programa que gestiona –con fondos del Ministerio de Industria– para financiar proyectos innovadores. “Hasta ahora no existía ninguna plataforma que cubriese todas las áreas de interés para una empresa como hace SUNN”, señala Carlos Blanco, director de Operaciones de esta red publico-privada de más de 750 empresas madrileñas.
Para registrarse como empresa innovadora en SUNN se deberá pasar un riguroso filtro en forma de cuestionario que escrutarán los fondos de inversión, “porque ser emprendedor no es ser innovador“, matiza Marqueríe. Y las empresas que busquen ideas disruptivas pagarán un canon anual en función del número de ecosistemas en los que estén interesados y de los servicios a los que tengan acceso –entre 3.000 y 5.000 euros por los servicios más básicos–. Desde el propio ordenador se podrá iniciar el proceso de cooperación con un solo clic, de manera que el interesado accederá a un perfil público del proyecto, podrá firmar acuerdos de confidencialidad, realizar skype calls –videoconferencias–, concertar encuentros en persona… “Si se cierra un proyecto y las empresas quieren, el sistema se lo haría llegar a los fondos de capital riesgos como un paso más del ciclo”, añade Marqueríe. Si todo sale bien, este emprendedor no solo espera ver su sueño hecho realidad sino que la facturación de 4 Innovation se multiplicará por tres hasta alcanzar los 15 millones de euros en 2016. Un negocio redondo.
Y ya existen las tuberías para importar ideas… ¿por qué no aprovecharlas para exportar también la innovación made in Spain? En ello está. Marqueríe ya trabaja con Madrid, la Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León y Cantabria en los Open Innovation Spaces, replicando su mismo sistema de trabajo y e inspirados en su filosofía de “dejar que el mundo te mire”, repite insistente. Madrid Network, por ejemplo, ha incorporado la plataforma 4i Watch como uno de sus servicios bajo el nombre de Watch Spain.
Bienvenidos al mundo de la open innovation. Aquí no hay fronteras que valgan.
Fuente: Capital.
C. Marco