Una de las películas más ignoradas en esta época de premios ha sido Nocturnal Animals del director Tom Ford. Y aunque mucho podría hablarse de la estructura en cómo cuenta su historia, y mucho se escrito sobre la interpretación del anticlimático final, y muchos otros centrándose en el tema de la venganza. Pero hoy quiero centrarme exclusivamente en su secuencia inicial y cómo ésta, aunque no lo parezca a primera instancia, tiene completa relación y da sentido al trayecto de la protagonista.
Esta hipnótica secuencia inicial consiste de varias mujeres casi desnudas que, al concluir, nos damos cuenta que en realidad son las esculturas de la exhibición montada por Susan. Lo que llama la atención es que estas mujeres no encajan en el estándar de belleza que dicta nuestra sociedad, y sin embargo, hay algo muy importante en cómo son mostradas: ellas se ven felices, bailando, disfrutando. En otras palabars, ellas son libres.
La belleza de estas mujeres radica en ese detalle. Ellas son bellas y libres porque han dejado atrás las convenciones de lo que la sociedad les dicta, han dejado de intentar practicar lo que la sociedad espera de ellas. Y esto va ligado directamente con el tema de la película: dejar de ser lo que se supone crees que debes ser.

Además hay otro elemento que pesa en su ser: la culpa de lo que le hizo a Edward. Todo esto lo revive a través del texto que le envió ( Nocturnal Animals), y es algo más que la mantiene esclavizada. ¿Qué tanto daño le hizo realmente? ¿Podrá seguir viviendo con ello? ¿Habrá alguna forma de arreglarlo?
Adelantándonos al final, cuando Edward completa su venganza al dejar plantada a Susan, esto es una victoria amarga para ella: por un lado, el acto demuestra que Edward, contrario a como era en el pasado, es ahora ya completamente independiente de Susan, logrando una fortaleza que no tenía antes y desarrollando su talento como no había podido; pero más importante aún (para Susan) es que esta misma acción demuestra que ya no tiene ataduras con lo que anteriormente pasó. Edward es libre, y ella lo puede ser también. Ya no tiene que enfocarse en el pasado y puede concentrarse en su presente. Ella es libre también.

Hay mucho que se puede extraer de Nocturnal Animals y de lo que Tom Ford buscaba expresar. Esto solo es un pequeño fragmento que tal vez ignora muchos elementos que también están presentes en el filme, pero esa es la belleza de un trabajo de este tipo. Al final, la interpretación persona que cada quien le de con base a sus experiencias es lo que importa. Lo destacable es que no es un trabajo vacío, como mucho de lo que abunda actualmente.
Nocturnal Animals y la auténtica libertad
