Cuando Noelia Garini me contactó para retratar parte de nuestra historia a través de su cámara, no tuve ninguna duda de que estaríamos en buenas manos. Me escribió un correo y me enseñó parte de su trabajo y eso fue suficiente para concertar nuestra cita.
Reuní a mi familia a la salida de la guarde de Ares y nos fuimos de excursión a la playita de Garraf. Un sitio por el que he pasado un millón de veces a diario para ir a trabajar pero únicamente observaba a través de las ventanas del tren. Un lugar mágico que tenía muchas ganas de descubrir pero que no encontraba la excusa para perderme en él.
Quedamos a las 18h y Noelia ya estaba allí inspeccionando el terreno, cámara en mano. Ella es tan dulce como te la imaginas, con su sonrisa natural y su mentalidad zen nos transmitió muchísima calma y confianza desde el minuto 0.
Yo le había advertido de que Ares no era un niño "fácil" de fotografiar, y sin embargo conectó con él a la primera. No paró quieto ningún momento pero Noelia corría tras él para no perderse ninguno de sus movimientos.
Decidimos llevarnos la bombona de helio y los globos de Globosmix para incluirlos en la sesión, a mí me hacía una ilusión enorme hacerme fotos con globos, aunque Noelia me confesó que ella no suele utilizar ningún atrezzo, de hecho se siente más cómoda sin nada, totalmente al natural. Así que después de un rato inflando los globos y atando los lazos y darnos cuenta de que eso nos iba a llevar más tiempo del esperado, nos quedamos con un manojo más pequeño del que hubiera deseado pero que acabó dando ese toque de color que yo buscaba. Eso sí, nos duró sólo unos minutos hasta que Ares decidió soltarlos al aire y Noelia no pudo evitar captar el momento.
El reportaje fue en todo momento muy natural. Ella disparaba y disparaba pero ni siquiera nos dábamos cuenta. Por eso cuando a la semana siguiente me envió la galería de fotos que había seleccionado, no pude más que emocionarme. La galería digital que facilita para que hagas la preselección forma parte de la experiencia fotográfica ya que puedes ver las imágenes con una buenísima resolución en toda la pantalla y una música de fondo que resulta muy agradable para compartir con la familia o incluso mostrar a los amigos. Además puedes marcar las favoritas para que ella pueda acabar de retocar algún toque de luz. En nuestro caso, nos las quedamos todas.
Los que me seguís de hace tiempo ya sabéis de mi afición por la fotografía y también sabéis que siempre me quejo de que nadie de mi entorno familiar me hace fotos decentes. Mi marido nunca está por la labor y el tiempo pasa demasiado deprisa, con lo que me doy cuenta que nunca aparezco en los momentos importantes. Ahora que se acerca el día de la madre, me apetecía mucho tener este recuerdo.
Y para los que no os hayáis hecho nunca un reportaje de fotos os diré que no hace falta saber posar, ni ponerse de veintiún botón, ni vestirte de forma diferente. Precisamente lo que tiene que captar el fotógrafo es la naturalidad del momento, los detalles, los gestos, las miradas. Y Noelia ha sabido captar todo esto.
Si os interesa contactar con ella, está ubicada en Barcelona pero es tan flexible que seguro podría trasladarse a donde fuera falta. Podéis ver más de su trabajo a través de su página web: www.noeliagarini.com.
Cuando Noelia Garini me contactó para retratar parte de nuestra historia a través de su cámara, no tuve ninguna duda de que estaríamos en buenas manos. Me escribió un correo y me enseñó parte de su trabajo y eso fue suficiente para concertar nuestra cita.
Reuní a mi familia a la salida de la guarde de Ares y nos fuimos de excursión a la playita de Garraf. Un sitio por el que he pasado un millón de veces a diario para ir a trabajar pero únicamente observaba a través de las ventanas del tren. Un lugar mágico que tenía muchas ganas de descubrir pero que no encontraba la excusa para perderme en él.
Quedamos a las 18h y Noelia ya estaba allí inspeccionando el terreno, cámara en mano. Ella es tan dulce como te la imaginas, con su sonrisa natural y su mentalidad zen nos transmitió muchísima calma y confianza desde el minuto 0.
Yo le había advertido de que Ares no era un niño "fácil" de fotografiar, y sin embargo conectó con él a la primera. No paró quieto ningún momento pero Noelia corría tras él para no perderse ninguno de sus movimientos.
Decidimos llevarnos la bombona de helio y los globos de Globosmix para incluirlos en la sesión, a mí me hacía una ilusión enorme hacerme fotos con globos, aunque Noelia me confesó que ella no suele utilizar ningún atrezzo, de hecho se siente más cómoda sin nada, totalmente al natural. Así que después de un rato inflando los globos y atando los lazos y darnos cuenta de que eso nos iba a llevar más tiempo del esperado, nos quedamos con un manojo más pequeño del que hubiera deseado pero que acabó dando ese toque de color que yo buscaba. Eso sí, nos duró sólo unos minutos hasta que Ares decidió soltarlos al aire y Noelia no pudo evitar captar el momento.
El reportaje fue en todo momento muy natural. Ella disparaba y disparaba pero ni siquiera nos dábamos cuenta. Por eso cuando a la semana siguiente me envió la galería de fotos que había seleccionado, no pude más que emocionarme. La galería digital que facilita para que hagas la preselección forma parte de la experiencia fotográfica ya que puedes ver las imágenes con una buenísima resolución en toda la pantalla y una música de fondo que resulta muy agradable para compartir con la familia o incluso mostrar a los amigos. Además puedes marcar las favoritas para que ella pueda acabar de retocar algún toque de luz. En nuestro caso, nos las quedamos todas.
Los que me seguís de hace tiempo ya sabéis de mi afición por la fotografía y también sabéis que siempre me quejo de que nadie de mi entorno familiar me hace fotos decentes. Mi marido nunca está por la labor y el tiempo pasa demasiado deprisa, con lo que me doy cuenta que nunca aparezco en los momentos importantes. Ahora que se acerca el día de la madre, me apetecía mucho tener este recuerdo.
Y para los que no os hayáis hecho nunca un reportaje de fotos os diré que no hace falta saber posar, ni ponerse de veintiún botón, ni vestirte de forma diferente. Precisamente lo que tiene que captar el fotógrafo es la naturalidad del momento, los detalles, los gestos, las miradas. Y Noelia ha sabido captar todo esto.
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Me llamo Sheila, tengo 33 años y soy primeriza. Decidí contar mi experiencia para vivir mi embarazo mucho más intensamente y ahora que ya soy mamá, seguir descubriendo este maravilloso mundo. Soy curiosa y me gustaría compartir mis curiosidades contigo. Así que pregunta, comenta, comparte... [email protected]
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