Noemi Rebull tendrá la vida que a mi me salga de la Mandanga.

Hace unos días, cuando salimos de nuevo al Recreo gracias a Andrés Requena, la amiga Xess Carrto me dijo que si quería juegos de palabras aquí tenía Mandanga de la buena. Y yo, que soy más facilona que un caramelo a las puertas del cole, no he podido resistirme a reglarle el post correspondiente. Eso sí, si la autora de las imágenes no pone nada sobre a qué se dedica o qué ha hecho en su vida, no me queda más remedio que inventármela. Ya sabéis, era eso, o no hacer el post.

Pues bien, Noemi Rebull, cuando era pequeña iba al cole con la hija repipi de una amiga de su madre. Era la típica pavalacia a la que le gustaban las cosas más ñoñas. A sus madurísimos 6 años, la repipi ésta ya era capaz de sentar cátedra sobre cualquier cosa y tenía una frase mágica que utilizaba siempre que Noemi le decía algo: ¿ESOOOOO? ¿ESO TE GUSTAAAAA? ¡Eso no mola! ¡eso no mola! ¡eso no mola! Y su corrillo de perritas falderas de clase, lo repetían con ella, sin que Noemi pudiese entender nada.

Al poco tiempo Noemi empezó a quedarse en clase durante el recreo pintanto tontás en su libreta y los niños empezaron a reírse con sus diubjos y a decirle ¡pinta otro, pinta otro! Noemi empezó a crecerse y se dio cuenta de que las chorradas eran su vida y que le podían dar por culo a miss princesita pedante.

El caso es que Noemi sabe que se ha quedado atrapada en ese humor tontorrón, facilón y absurder, pero también sabe, que hay mucho público tontorrón, facilón y absurder ¡¡que es su perfecto target!! Así que, ella de vez en cuando les vende tote-bags y ellos se conforman con leer las cosillas que escribe todos los miércoles en Gente Normal. ¿No es bonito? Vale que no vayas a volver a comerte un nacho con queso en la vida, pero ¿y las risas que te has echado con sus dibujos?