Nokia ha anunciado que va a escindir su división de cartografía HERE maps de la casa, vendiéndolo en una operación de 2,8 billones de euros al consorcio formado por Audi, BMW y Daimler (Mercedes). El gigante finlandés pretende de esta forma obtener ingresos para centrarse en su rama de redes y servicios, lo cual sin duda enmarca perfectamente la compra de Alcatel-Lucent, un gigante francés del sector.
Hay que remontarse a 2007, cuando Nokia compró Navteq, una conocida en su tiempo empresa de servicios de cartografía por un total de 8,1 millones de dólares. Por aquel entonces Nokia era el rey todavía, y podía permitirse frivolidades de este estilo.
Por aquel entonces las cosas eran diferentes, no solo para el fabricante de terminales, sino en general, tiempos pre crisis, de boom en casi todos los sectores. ¿Podría decirse que Nokia ha perdido dinero? Probablemente pagó una excesiva cantidad (Si yo fuera el CEO de Navteq todavía estaría sonriendo socarronamente) la cual sin duda ha pasado factura. Al ritmo de ingresos de Navteq, Nokia habría necesitado décadas para recuperar la inversión. De locos.
Es cierto que la jugada era buena en el sentido de apuntar al entorno de la navegación en terminales móviles, puesto que las PDA fundamentalmente eran utilizadas por el público general como asistentes de navegación en aquel entonces, pero la negociación pésima. Incluso Apple tardó años en lanzarse a tener su propia cartografía con Apple Maps, pero el escenario es bien diferente.
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