Si la pregunta es que hace alguien profundamente defensor de un sistema más humano que el capitalista como yo asistiendo al nombramiento del Presidente de Renault como hijo adoptivo de Palencia, es una pregunta interesante.
Expresar al Sr. José Vicente de Los Mozos que no me sentiría a gusto conmigo mismo sino le dijera que su nombramiento como hijo adoptivo fue por mayoría absoluta del pleno pero que hubo un grupo minoritario que no estaba de acuerdo. Creo que en la vida es importante ser sincero y en política es fundamental ir con la verdad por delante. En cualquier caso que no estuviera de acuerdo, no impide que le felicite por su nombramiento.
Aprovechar esta oportunidad, como persona preocupada por la Ecología y el futuro de nuestro planeta, de expresar mi preocupación por un sistema económico que demanda un consumo excesivo de energía, que produce más de lo que la humanidad necesita realizando un reparto tremendamente injusto de la riqueza y de los recursos y generando ingentes cantidades de residuos. Cada una de las personas que estamos aquí, en la medida de nuestras posibilidades deberíamos tener presente todo esto en nuestras luchas cotidianas. Pero especialmente quienes van a ser nombrados hijos adoptivos de nuestra ciudad.
Al Sr. Nicolás Castellanos, agradecerle la labor realizada durante sus años como Obispo en la Diócesis, lo dice alguien que estuvo en la JEC y que sabe, desde la Diócesis de Zaragoza, donde me inicié a la militancia cristiana los frutos que dio ese trabajo pastoral en Palencia. A pesar de no conocerle personalmente, quienes le conocen dan muy buenas referencias, hablan de uno de los amigos de Jesús, con mucho carisma y capacidad de liderazgo. Me gustó mucho en una entrevista que decía que había que ser tercamente perseverantes.
No hay que poner de manifiesto la labor realizada al servicio del Evangelio y el interés mostrado en la misión emprendida en Santa Cruz de la Sierra, convencido, “cada día más feliz entregándome a los pobres”, como decía en una entrevista. Para mí es un honor poder decir unas breves palabras en este acto, como cristiano y como persona temporalmente comprometida en política.
No se puede limitar el desarrollo al progreso económico, decía Pablo VI. Necesitamos medir las cosas de otra manera y nos daremos cuenta que aquello en lo que centramos gran esfuerzo en nuestra vida es secundario. Es ese vivir bien con menos, del que habla Jorge Riechmann y del que la vida de Nicolás Castellanos ha sido claro ejemplo.
Tendría que valorarse más el Índice de Desarrollo Humano que el Producto Interior Bruto.Que las exportaciones de armas se incrementen es negativo, que se vendan más medicamentos antidepresivos es negativo, aunque el PIB lo niegue. Que más del treinta por ciento de quienes trabajan en Palencia cobren menos de 648,60€ al mes es negativo para poder garantizar una vida digna a las familias que quieren llevar a cabo sus proyectos de vida en Palencia.
Desde el punto de vista humano tenemos que descubrir la necesidad de hacer vidas vivibles, como dice Amaia Orozco. Porque no solo de pan vive el hombre, pero también vive de pan. Y en un momento en el que todo se pone en entredicho, es positivo encontrar personas con valores que crean en los proyectos que emprenden, que los pongan al servicio de los demás, que sean liberadoras, que sean críticas, que estén dispuestos a pasar a un segundo plano, …
Quisiera terminar esta intervención con Un fragmento de un poema de Pedro Casaldáliga, uno de mis referentes.
El corazón lleno de nombres
Paz a distancia
Solidaridad
Carretera de misión
Hablemos del Tiempo, hermano
Retornar para vivir
Si no hubiera garzas blancas
Lo mío y lo tuyo
Sólo llegando a la gruta
A contramano
Hiciste la belleza
El pobre y Tú
Si faltan los pastores
¿Sólo para mí?