Revista Política
Imaginen por un momento que viven en un campo, aislados de todo cuanto hay a su alrededor. Imaginen también que en dicho campo el suelo es tan árido que lo único que les proporciona el sustento es un pequeño corral con gallinas ponedoras. Además, hay por la zona unos cuantos zorros dispuestos a zamparse a esas gallinas ponedoras, no porque los zorros sean malos sino porque simplemente es su naturaleza, es algo consustancial a su genética. Una vez situados en nuestro especial campo, supongan que, para su tranquilidad, deciden colocar a uno de esos zorros vigilando el gallinero. Obviamente esto no tiene ningún sentido, ¿verdad? ¿Cómo van ustedes, intrépidos e inteligentes hombres y mujeres a dejar que los zorros controlen el corral? La verdad, a mí aún se me escapa cómo podemos, en situaciones como esta, tener tanta brillantez en nuestras mentes y en otras, de similar naturaleza, andar tan torpes.
La actual crisis financiera se ha producido, entre otras muchas cosas de gran importancia, por la valoración de activos financieros; más bien de instrumentos financieros. Hedge funds, subprimes… la retahíla es bien conocida. Todos estos instrumentos deben ser valorados –y lo que integran en esos paquetitos en los que se agrupan para camuflar su excesivo riesgo- de acuerdo a una serie de normas emitidas por los reguladores nacionales e internacionales. Y aquí precisamente es dónde conviene detenerse.
Cada país establece o establecía unas normas de valoración para los activos y pasivos de cara a su anotación contable. Estas anotaciones contables, generalmente, son utilizadas por los inversores para decidir si una empresa es solvente o no; o si, simplemente, nos podemos fiar de ella. Por tanto, y para ver el grado de riesgo de una empresa, y de forma muy especial, para permitirle a esa empresa adornar productos de alto riesgo a través de anotaciones maquilladas y de aparente seguridad con el objeto de seguir negociando con instrumentos muy rentables pero muy peligrosos sin que los inversores se echen hacia atrás, es fundamental saber cómo se elaboran las normas que embellecen o afean los balances financieros.Como indicaba antes, cada país tiene o tenía su propio emisor de normas de contabilidad. En España, en concreto, las aprobaba el Parlamento tras dictamen del ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas) que es un organismo autónomo pero adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda. Bien, esto era así hasta la aparición del IASB (International Accounting Stardard Board) que es un organismo que redacta normas internacionales que deben ser implementadas en cada uno de los países adscritos al IASB –como por ejemplo lo es la Unión Europea y sus Estados miembros-. El objeto de unificar y estandarizar las normas de anotación contable es, precisamente, el de permitir que la información financiera en todos los países tienda a ser la misma.
Por tanto ya sabemos que el IASB es un emisor de normas con vocación internacional y que sus dictámenes son aplicados por la UE y sus países miembros como legislación propia. En otras palabras, el IASB redacta un paquete de normas para la valoración y la anotación contable que la Comisión Europea, tras el paso por unos filtros de discusión acaba aprobando. Esto presenta una dificultad que reside en el hecho de que la aprobación de dichos paquetes se juega en un ritmo de “todo o nada”. All in. Si las normas no son adecuadas para los intereses de la Comisión se rechazan en su totalidad y si son válidas se aceptan en su totalidad. No se admite enmiendas de ninguna clase, ni la Comisión o el Parlamento Europeo –única institución de la UE elegida por sufragio universal directo- participan en su elaboración. En dicha elaboración, en la carga ideológica y práctica de las normas contables internacionales sólo participa el ya citado IASB. Pero ¿Por qué el IASB debe elaborar normas sin la participación de organismos democráticamente electos?El IASB es una organización privada, financiada con fondos privados y cuyos miembros son, en muchos de sus casos, procedentes del sector privado con altos intereses en las normas que emite el IASB. Es decir, que el IASB es, ante todo, una institución parcial y completamente dependiente de sus financiadores.
¿Quien financia el IASB? (1) Bien, en primer lugar destacar a esas cuatro grandes -y oligopolísticas- compañías encargadas de la auditoría de cuentas. KPMG, Ernst & Young, PricewaterhouseCoopers y Deloitte; estas cuatro corporaciones aportan, cada una, dos millones de libras esterlinas al IASB. Es decir, que las mismas que tienen que fiscalizar dichas normas en las empresas son, en gran medida, las que financian al IASB. Un gran ejemplo de independencia. Otro ejemplo es Bank of America, J P Morgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley, ExxonMobil, Pfizer Inc o Goldman Sachs Group Inc. que aportan más de 100.000 libras esterlinas cada uno. Y podríamos seguir: Coca-Cola Company, IBM -en EEUU-; Panasonic Corporation, TDK Corporation, Isuzu Motor Limited -en Japón-; o Volkswagen AG y Bayer AG -en Alemania-. La lista es, obviamente, más larga.Por tanto vemos cómo el sector privado está fuertemente representado en la financiación del IASB, un organismo privado que, recordemos, se encarga de emitir las normas contables que después los países aplicarán para el control y la transparencia financiera de esas mismas corporaciones que financian su actividad. Resulta, cuanto menos, paradójico.
No menos paradójica es la composición de su “comité” (2). Un total de 15 miembros cuyo jefe es el Sir inglés David Tweedie, que procede del ASB (el organismo inglés de producción de normas). Antes de pasar por el ASB, Tweedie trabajó para KPMG –una de las cuatro grandes consultoras-, es decir, proviene del sector privado.
Stephen Cooper fue nombrado por el IASB como miembro en 2007, por ese entonces Cooper trabajaba para el UBS Investment Bank; previamente trabajó para Schroeders, que fue comprada por Citigroup. Del mismo modo, Philippe Danjou trabajó para Arthur Andersen –otra de las grandes auditoras que desapareció tras el escándalo de Enron-. También otro miembro, Jan Engström, trabajó esta vez para la compañía Volvo. Patrick Finnegan, por su parte, fue miembro de Moody’s e incluso de Deloitte.
La lista de nombres no se queda ahí: Prabhakar Kalavacherla (KPMG), Dr Elke König (KPMG), Patricia McConnell (Bear Stearns Co.), Paul Pacter (Deloitte), Darrel Scott (FirstRand Banking Group, un banco con sede en Sudáfrica), Tatsumi Yamada (PricewaterhouseCoopers, Sumitomo Co.). Tanto Sumitomo, Moody’s como las ya conocidas KPMG, Deloitte, PricewaterhouseCoopers o Citigroup, son empresas financiadoras del IASB.
Por tanto, de los 15 miembros que componen el “comité” del IASB, observamos cómo 11 de ellos, pertenecen o pertenecieron justo antes de su entrada al IASB, a empresas con altos intereses en la emisión de normas internacionales de contabilidad. Alguien fue lo suficientemente inepto como para poner a los zorros a controlar el corral.Y mientras tanto, ¿qué? Absolutamente nada. De hecho, la intención de la Comisión Europea y de los diferentes organismos supranacionales, es mantener y expandir el modelo de la contabilidad para la auditoría. Digamos que el invento de poner a los zorros en el corral no sólo les (nos) está pareciendo bien, sino que incluso hay una manifiesta intención de exportar el modelo hacia nuevos horizontes. Auditoría y, quien sabe si también, algún organismo internacional financiado por grandes corporaciones nos dirá en un futuro qué impuestos aplicar o qué regulación laboral seguir.Aunque, por otro lado, esto debe resultarnos familiar. De hecho, Moody’s, Fitch o Standartd & Poor’s ya indican qué países hay que financiar y a cuáles dejar sucumbir en la ruina provocada por los especuladores. O por ejemplo, recuerden que UNESPA y la Asociación Española de Banca, por ejemplo, emitió un informe con recomendaciones al Parlamento para tratar la cuestión de las pensiones.
Quizá los zorros están llegando demasiado lejos, ¿no creen?
Alejandro Quesada Solana
(1)http://www.ifrs.org/NR/rdonlyres/ACD89F49-9E58-4D3C-B7B7-B1652110AEE9/0/Annualreport2009financing.pdf
(2)http://www.ifrs.org/The+organisation/Members+of+the+IASB/Members+of+the+IASB.htm