A los visitantes asiduos de Koprolitos no les sonará extraño el concepto Nomen ignotum, ya que se trata de una sección habitual en el blog desde hace más de un lustro (puedes echar un vistazo aquí). La cantidad de información acumulada en estos últimos años sobre estos grandes reptiles del pasado que nunca existieron y cuya imagen y denominación parten de referentes conocidos, nos ha llevado a elaborar un trabajo que ha sido recientemente publicado en Alambique, Revista académica de ciencia ficción y fantasía ∕ Jornal acadêmico de ficção científica e fantasía.
Ilustración de Henry Thomas De la Beche en uno de sus cuadernos de campo (circa 1830-1831)En dicho trabajo, partimos de la premisa de que la aparición de dinosaurios, pterosaurios u otros grandes reptiles marinos del Mesozoico en una obra de ficción no implica su existencia en el registro fósil. Y es que a la hora de crear buenos relatos, la realidad no tiene por qué suponer un límite, y por ello en muchas ocasiones encontramos en ellos especies desconocidas por la ciencia que abarcan un amplio grupo que incluye desde híbridos con rasgos de diversas especies a criaturas completamente fantásticas inspiradas en el pasado. 
Ichthiragasaurus en “Fantastic Worlds” #7 (Pines Publishing, 1953)
El trabajo recién publicado analiza los métodos más extendidos para bautizar a estos seres, así como las características y funciones que sus nombres pueden tener en los mundos de ficción que encontramos en la literatura, los cómics, el cine u otros medios de expresión artística y/o entretenimiento. A menudo estas especies reciben un nombre que, por una parte, les define claramente como criaturas ficticias, al no figurar en la literatura científica, y por otra, les da carta de naturaleza como entes con personalidad propia en el mundo de las ideas y contribuye a otorgarles su carácter particular.
Hornosaurus en ‘Spacehawk’ de “Target Comics” #10 (Basil Wolverton, 1940)De esta forma, entre los métodos más utilizados para denominar especies de dinosauroides destacan las referencias a la hibridación de especies (tanto dentro de Dinosauria como mezclando sus caracteres con grupos completamente ajenos), aspectos físicos notables del animal, sus costumbres, procedencia o cualquier otra circunstancia a la que se pretenda otorgar relevancia, aunque en ocasiones hay autores que, al bautizar a sus dinosauroides, buscan impactar con nombres sonoros o estrambóticos. Por otro lado, la nomenclatura puede ser también utilizada como herramienta artística para provocar una reacción anímica en el público, bien sea de temor, respeto o incluso simpatía o condescendencia, siendo particularmente fecunda como recurso cómico, reduciendo el rol del animal como amenaza insuperable al más absoluto ridículo, como sucede en muchos cómics dirigidos al público infantil, o incluso satírico, cuando el objetivo es más adulto.
Humongacockabangmetillisaurus en ‘The Lost World of Dinosaur Sex’ de “Penthouse Comix” #25 (Ron Embleton, 1997)
En definitiva, con este trabajo te invitamos a que nos acompañes a conocer a aquellos dinosaurios, dinosauroides y otros animales del pasado que nunca existieron y para los que hemos acuñado una nueva categoría para la nomenclatura científica, aplicable exclusivamente en el ámbito fantástico: nomen ignotum. Esperamos que lo disfrutéis... Y ojo, porque próximamente puede haber sorpresas con respecto a esta temática. ¡Permanezcan a la escucha!-----
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