Netflix se gastó en 2019 unos 15.000 millones de dólares en la producción propia de películas y series de televisión, cifra que supera los 12.000 millones de 2018 y, con mucho, el presupuesto de la mayor parte de los grandes estudios de Hollywood. La plataforma digital ya ha conseguido entrar en los circuitos de los grandes festivales, donde las reticencias primeras han pasado a ser secundarias. Pero el Oscar se le resiste. Es como si la industria de Hollywood no terminara de "bendecir" esta ya consolidada nueva forma de exhibición. Y eso a pesar de tener este año películas tan notables como El irlandés (Martin Scorsese, 2019) o Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019).
Los Globos de Oro concedidos el pasado fin de semana han sido un toque de atención. Premiando a 1917 (Sam Mendes, 2019) como la Mejor Película frente a las dos producciones de Netflix (y otorgándole también el de Mejor Director), la Asociación de Críticos Extranjeros de Hollywood ha abierto las posibilidades de una competición notable en la próxima edición de los Oscar, y las nominaciones de los premios de la Academia de Hollywood lo han refrendado. Las nominaciones de la Academia de Hollywood y la Asociación de Críticos Extranjeros de Hollywood son casi calcadas, lo que en los últimos años ha restado algo de interés a las nominaciones de los Oscar.
Así las cosas, Netflix tendrá de nuevo que tirar de chequera para tratar de conseguir ese Oscar a Mejor Película que tanto se le resiste. Recordemos que en la edición anterior consiguió 10 nominaciones por Roma (Alfonso Cuarón, 2018), de las que logró 3 Oscars, entre ellos el de Mejor Director, pero tuvo que gastarse más de 20 millones de dólares en la campaña de promoción de la película, por encima del propio presupuesto que tuvo la realización del film, unos 15 millones.Pero la industria parece seguir apostando por el formato tradicional (afianzado por la proliferación de nuevos conceptos de exhibición ahora más extendidos como las pantallas IMAX), al margen de que la película de Sam Mendes sea todo un alarde de realización, algo que tanto gusta a los miembros de la Academia de Hollywood, como ya se demostró otorgándole el Oscar a Mejor Director a El renacido (Alejandro González Iñárritu, 2015). Digamos que 1917 (Sam Mendes, 2019) con sus 10 nominaciones será en este caso la película que represente es cine de formato tradicional pero con alardes técnicos que en las plataformas digitales se aprecian con menor intensidad que en una sala de cine. Sin olvidar tampoco las 10 nominaciones de Érase una vez en Hollywood... (Quentin Tarantino, 2019) que es, en su propio argumento, una mirada nostálgica al mundo del cine tal como parece que está desapareciendo. En los apartados interpretativos, casi parecen concedidos los Oscar de antemano a aquellos que desde hace tiempo vienen consiguiendo todos los premios de interpretación: Joaquin Phoenix por Joker (Todd Philips, 2019) y Renée Zellwegger por Judy (Rupert Gold, 2019), estando más abiertas las posibilidades en el apartado de Mejores actores y actrices de reparto. Sorprende la presencia por partida doble de Scarlett Johanson como secundaria por Jojo Rabbit (Taika Waititi, 2019) y como actriz principal por Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019). Desde que se anunciaron las nominaciones a los Globos de Oro en el apartado de Mejor Banda Sonora, la lista de posibles finalistas al Oscar parecía bastante clara, por más que esté formada en su mayor parte por nombres notables pero con trabajos de calidad mediana. Ahí están la tradicional e insulsa música de Alexandre Desplat para Mujercitas (Greta Gerwig, 2019), la espectacular pero mediocre banda sonora de Thomas Newman para 1917 (Sam Mendes, 2019) o la peor banda sonora de la saga de Star Wars compuesta por John Williams para Star wars: El ascenso de Skywalker (J.J. Abrams, 2019). Así las cosas, entre estos competidores de altura pero con trabajos poco alentadores, este debe ser el año de Hildur Guđnadóttir, la única compositora de la lista de nominados que ha conseguido un trabajo notable, envolvente, de gran calado psicológico y acople perfecto con el complejo mundo interior del protagonista de Joker (Todd Philips, 2019). Para nosotros, solo puede competir en interés la música de Randy Newman para Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019), que es un trabajo espléndido que arropa melódicamente esta historia de desmembramiento emocional. Pero cuidado porque en este apartado puede haber sorpresas.Fuera de las nominaciones se quedaron algunas bandas sonoras más destacables de este año, como la música de Michael Giacchino para Jojo Rabbit (Taika Waititi, 2019), hermosa y divertida, uno de sus mejores trabajos hasta la fecha, pero injustamente olvidado. El consuelo de las seis nominaciones para esta espléndida película posiblemente se quedará en eso, en un consuelo sin premios, aunque merecería al menos el Oscar a Mejor Guión Adaptado, uno de los pocos casos en los que una película consigue transformar la novela original en algo completamente diferente, y con hallazgos narrativos que superan a la historia en la que se basa. Es una lástima que el año en el que Pedro Almodóvar consigue una de sus mejores películas, tenga que competir con ese fenómeno (por fenomenal y por la repercusión que viene teniendo desde Cannes) que supone Parásitos (Bing Joon Ho, 2019). Será muy difícil arrebatarle el Oscar, sobre todo además porque este año el director coreano ha conseguido 6 nominaciones para su película, por debajo de las 10 nominaciones que logró Alfonso Cuarón el año pasado (Oscar a Mejor Película Extranjera y Mejor Director). Así que algo le tiene que caer a la que sin duda es la película más relevante de 2019 (nada menos que 140 premios ha conseguido en festivales y galardones de la crítica). Nos queda al menos las dos nominaciones para Antonio Banderas (que termina este mes su presencia en el musical A Chorus Line en Málaga) y para la película Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019). Aunque también en este apartado hay que tener en cuenta la presencia del documental macedonio Honeyland (Tamara Kotevska, Ljubomir Stefanov, 2019), con dos nominaciones, aunque parece tener más posibilidades de ganar en la categoría de Mejor Documental. Precisamente, la ausencia de One child nation (Nanfu Wang, Zhang Lynn, 2019), la apuesta de otra plataforma digital como Amazon en el género documental, ha sido una de las sorpresas de estas nominaciones.
La presencia española se completa con la nominación inesperada a la película de animación Klaus (Sergio Pablos, Carlos Martínez López, 2019), un proyecto nacido en Madrid, con proyección internacional y con el respaldo de Netflix, que la convirtió en uno de sus lanzamientos estrella de estas pasadas Navidades.
Pero en general ha habido pocas sorpresas en las nominaciones de los Oscar, que parecen prácticamente calcadas de los Globos de Oro. Y posiblemente no demasiadas sorpresas entre los ganadores para una edición que parece casi de transición, sin ni siquiera contar con un presentador principal este año. Veremos en qué queda la irrupción de Netflix con dos películas nominadas en la principal categoría por primera vez en su historia, o si el fenómeno de Parasite será algo anecdótico o sentará algún precedente. El irlandés, Historia de un matrimonio y Klaus se pueden ver en Netflix.Jojo Rabbit se estrena el 17 de enero.Judy se estrena el 31 de enero.