Revista Cultura y Ocio
Mirar los días como si estuviéramos fuera de ellos, detrás de los cristales de una grandísima ventana. ¿Es así como ocurre la vida? ¿A través de pantallas protectoras transparentes? La sombra de nosotros reflejados delata un tiempo de abrazos, el vago recuerdo del beso entre los labios chocando ensalivados y tibios, recorriendo otros días. Y nos acostamos en una cama cansados, como quien regresa de un trabajo, tranquilos, para aproximarnos de nuevo a lo real.
MARÍA JESÚS SILVA