Revista Cultura y Ocio
"_¡Edith!-susurró Márgaret con dulzura_.¡Edith!
Pero Edith se había quedado dormida. Estaba preciosa acurrucada en el sofá del gabinete de Harley Street con su vestido de muselina blanca y cintas azules".
Gaskell tiene una forma especial de contar historias. Hablan de ella como la gran autora de la novela victoriana, un lugar que tendría que disputarse con más de un célebre nombre. Sin embargo, y más allá de toda rencilla, justo es que hoy traiga a mi estantería virtual a su obra más célebre, Norte y Sur.
Conocemos a la familia Hale, que tiene que emigrar del sur al norte, principalmente a su hija Margaret. Cuando llegan allí se encuentran con una forma de vida mucho más cosmopolita que la del rudimentario sur. Mientra la familia comienza a relacionarse con una antigua amistad que se codea con la buena sociedad, Margaret se hace amiga de una familia de obreros, algo mal visto. Por si fuera poco, el amor entre clases hace acto de presencia en escena.
En esta novela lo primero que se aprecia es su estilo elegante. Muchos dicen que es fruto de su publicación inicial por entregas en la revista de Hoyseholds Words, de Charles Dickens, aduciendo que seguramente pasaría por una revisión antes de publicarse.
Nos encontramos ante una novela victoriana de corte costumbrista que nos demuestra desde sus primeras páginas que no hay que parecerse a Austen para escribir una gran historia. Comienza de una forma pausada, mostrándonos una protagonista que no termina de gustarnos, para ir aumentando el ritmo hasta casi atropellarse en el final. Asistimos a la evolución del personaje mientras Gaskell nos cuenta los comienzos de las movilizaciones y sindicatos laborales. Nada escapa a esta novela cuyo eje es el amor y todo lo que ello conlleva. No podemos evitar posicionarnos con Higgins, honesto por encima de todo, y ver como la clase aristocrática caída, reflejada en su protagonista, sigue buscando mantener su estatus o, cuando menos, poder seguir mirando por encima del hombro al siguiente estrato social mientras evoluciona desde sus arcáicas costumbres.
Si bien está encuadrada en un marco concreto, nos encontramos como sucede en las grandes historias, con muchas frases actuales o aplicables al mundo contemporáneo. No creo que se aproxime tanto a Austen como me habían dicho, destacando además su gran poder descriptivo ya sea para entornos o gestos que se nos antojan reales, casi vistos por una ventana. Se trata, en definitiva, de una de las joyas de la literatura, un libro de esos que muchos dicen imprescindibles en cualquier biblioteca que se precie. Y es eso precisamente lo que me hace preguntarme si lo han condenado ya a ser un volumen de adorno, como sucede con tantos otros "incunables".
Por eso os pregunto, ¿cuál es el título de ese clásico magnificado que no tenéis intención alguna de comenzar a leer?
Gracias