DMZ y Northlanders tienen a Brian Wood como denominador común. Ahí se acaban las similitudes. Si DMZ nos lleva hasta una nueva guerra civil en los USA, Northlanders nos habla de vikingos. La primera, tiene ánimo de continuidad en cada tomo, mientras que Northlanders se mueve adelante y atrás en lugares y tiempo. ¿Por qué enrollarme con ésto?; Porque tenemos la suerte de tener, en un espacio breve de tiempo, un nuevo tomo de cada serie. Y hoy le toca el turno a La Viuda de la Plaga, cuarto libro de los vikingos de Wood.
Hay algo que me queda claro tras leer el cuarto tomo de Northlanders; ¡Lo interesante que sería aprender historia si los libros y sus editores arriesgaran!. Porque Wood nos da clases de historias magistrales en cada viñeta. Con La Viuda de la Plaga, nos trasladamos hasta tierras rusas, a una aldea cercana al Volga, en los inicios del año 1000 d.c., cuando azota la peste y amenaza a ricos y pobres por igual. En esas tierras dejadas de Diós, se presenta un dilema: Qué hacer para sobrevivir a la plaga. Entre las buenas gentes que tendrán que apañarselas, está Hilda. Y es quien dá nombre a la historia.Wood, tras un segundo tomo algo pesado, nos recuperó para su causa en el tercer tomo y se redime en este cuarto. Una historia dura, donde las decisiones tomadas matan o te matan, en un escenario inhóspito, donde el ser humano encuentra sus límites y comprende que, llegadas las circunstancias apropiadas, “el hombre es un lobo para el hombre”.
Acompañado por Leandro Fernandez, La Viuda de la Plaga nos acerca a una época que debió ser así o muy parecida, donde en el dolor y la muerte, algunos encontraban oportunidades para vivir, otros para luchar y otros para intrigar y buscar su beneficio. Todo eso lo tenemos en este tomo. El relato, bien conducido con la imagen y diálogos, nos sumerge y nos hace olvidar los cantos épicos de los hombres del Norte, mostrándose crueles y duros en algunos casos. Es clarísimo que, acostumbrados a luchar contra un enemigo de carne y hueso, la plaga les hace sentirse como leones enjaulados, incapaces de entender o defenderse. La espera hace que las tensiones se disparen y Wood consigue hacerlas creíbles.
La Viuda de la Plaga es uno de esos tomos que uno puede comprar para disfrutarlo, aunque no siga la serie. Áltamente recomendado.