En el último tiempo partieron mis amados padre y hermano... Mi padre, completamente sano a pesar de su edad, lleno de energías y de ganas de trabajar, partió de la parcela muy temprano para ir hasta la ciudad. Antes de las 8 de la mañana, en una intercección de mucha peligrosidad se produce el accidente que lo deja en estado de extrema gravedad y en un breve tiempo parte de este mundo...Mi hermano, joven y lleno de energías desarrolla un cáncer poco tiempo después de la partida de nuestro padre y después de un año de luchar, finalmente cede a la enfermedad y se va a reunir con su progenitor y quienes los antecedieron...
Diferentes han sido las navidades y las fiestas en general después de tan profundas heridas que calaron nuestras almas...La Navidad cambió para siempre y aunque hemos hecho los esfuerzos necesarios para seguir adelante el vació no se puede llenar...
Francisco, mi amado e inseparable hermano, mi amigo y confidente
Mi amado padre, José Luis Olivares, quien me amó "como a la niña de mis ojos"
Así que hay que seguir y seguir, hasta el día próximo..
Hago un recordatorio a mis antepasados en estas fechas especiales, ya que la nostalgia que me embarga en estos momentos me motiva a ello. Ellos vivieron para que yo viviera, su sangre corre por mis venas y mi gratitud es eterna.
En esta foto de mis antepasados aparecen mi abuela, mi bisabuela, mis tatarabuelos y mios tios abuelos (si, la "niñita" de faldas es un hombrecito!. Llevaban vestidos hasta los 8 años aprox.) El joven de manta es un "hijo de servicio"
Foto quebrada por el tiempo...La familia de mi madre
La niñita que está en brazos es mi madre, la cual actualmente tiene casi 89 años.
Deseo terminar con un poema que mi hijo escribió para su abuelo al enterarse de la noticia de su partida:
Inmortal
Jorge Luis Ardiles
No han pasado muchas horas desde tu partida
desde que dejaste los dolores obscuros de la agonía
y los reemplazaste por resplandores blancos paradisiacos...
Hay una sonrisa en tu rostro durmiente
eso consuela un poco el agrio abrazo
con el que tu muerte aprieta mi espíritu...
Si, hay una sonrisa en tu tosco rostro, en tu dulce y sereno rostro.
Tu espíritu ha dejado descansar a tu cuerpo
más sé que no por siempre,
volverás a ser un alma completa...
Padre de mi madre,
anciano de ternura
duerme tranquilo, que tu espíritu descansa plácido
en aquel lugar grandioso,
en aquel lugar santo, donde la luz brilla día y noche
sobre las sonrisas de sus gentiles habitantes.
Tus manos trabajadoras
ahora se entrecruzan sobre tu pecho,
tus ojos tristes han soltado el dolor
y hoy sonrien cerrados,
tu boca alegre
se ha silenciado en una sonrisa,
más tu alma sigue despierta
y estará a la espera para volver a ser completa
esta vez, para nunca más ser separadas...