Por Twitter ya dimos la noticia, pero os debíamos esta entrada a vosotros que siempre habéis estado ahí para nosotras. Hoy podemos decir que le han dado el SÍ QUIERO a nuestra primera novela, la más querida, la más especial, la que siempre recordaremos con una sonrisa, la que independientemente del tiempo que pase, seguirá robándonos el corazón como el primer día. Todavía no podemos desvelaros nada, pero sí que podemos hablar de lo que sentimos al escribirla, lo que supuso para nosotras. Fue una idea que nos absorbió por completo, que llenó nuestras noches de magia y nuestros días de sueños. Una historia que se nos metió en la piel sin darnos tiempo a dudar de ella, que se negó a dejarnos escapar, que nos rogaba, nos suplicaba, nos exigía que la termináramos. Fueron noches en vela, días con la cabeza en otra parte, mientras los personajes deshacían nuestro corazón y se quedaban con los pedazos más grandes. Soñábamos dormidas, soñábamos despiertas, nos pasábamos el día entero soñando con unas vidas que no eran las nuestras pero que poco a poco se fueron convirtiendo en reales. Acabamos creyéndonos nuestras propias mentiras y comenzamos a encontrar, en los lugares más inesperados, a los personajes de una historia que amenazaba con engullirnos.
Nunca pretendimos nada, solo queríamos escribir lo que nos apetecía leer. Y vaya que si lo hicimos. Lo leímos infinitas veces, lo cuestionamos todo. Más tarde, cuando estuvo lista, vinieron los miedos, las dudas e inseguridades. Pero nos atrevimos a soltar la mano de nuestra historia y permitir que Nia penetrara en ella. De algún modo, le dimos la llave de nuestra caja de los secretos. Ella fue la primera en emocionarse y dejarse sorprender por la historia. Ella fue, y sigue siendo, nuestra hada madrina, nuestra mayor consejera, la bruja buena del cuento, siempre preocupada porque todo estuviera perfecto, por corregirla una y otra vez, por ver cumplidos todos nuestros sueños. Dani fue el siguiente, creyó en nosotras desde el minuto cero y, cuando por fin terminó una noche cualquiera el último capítulo junto con una copa de vino, lo celebró y nos mando uno de sus emails llenos de entusiasmo, de palabras no dichas, de fuerza. Dani es una de esas personas que hacen del mundo un lugar mejor. Gracias también a él. Ellos fueron los primeros testigos en saltar al vacío, en apoyarnos, aconsejarnos y darnos el empujoncito más grande. Más tarde fueron Laura Camaleón, Vanesa, Elena, Aineric y Natalia, las que nos animaron a sacarla a la luz, a compartirla. Nos faltarían palabras para agradecerles el apoyo, el cariño, los consejos, la pasión que ponen cuando hablan de nuestros personajes, los comentarios desternillantes y lo felices que nos han hecho por el simple hecho de recorrer ese camino junto a nosotras, en la misma dirección, hacia ningún lugar. Esta historia también es suya.En un principio nos aterrorizaba. Hay tanto de nosotras entre esas páginas, tanto de otros... Pero nos quitamos la losa del miedo y probamos, creímos y arriesgamos. Y entonces llegaron ellos, una editorial que creyó en nosotras, en nuestra historia. Una editora que sueña, que cree, que lucha, que lo devoró, que lo quiere tanto como nosotras. Da gusto trabajar con gente así, con gente que te dice: ¡Puestos a ser raros, seámoslo a lo grande! Gente que apuesta ya no por nosotras, sino por nuestra historia. En el nuevo año que empieza, veréis la novela en librerías, la podréis tocar y sostendréis la magia de un sueño en vuestras manos.Os podemos asegurar que están y estamos trabajando para que la novela quede perfecta. Solo esperamos que si acabáis adentrándoos entre sus páginas algo cambie en vosotros al leerlo, algo tan pequeño e imperceptible que quizá frente al espejo no lleguéis a apreciarlo, algo tan pequeño como la posibilidad de creer en la magia que reside en las pequeñas cosas, en la magia de la vida. Y si no cambia nada, al menos esperamos que paséis un buen rato en nuestra compañía. Y es que aunque parezca imposible, de locos, o pura palabrería; leyéndolo, nos estaréis acariciando.