No te has preguntado muchas veces porqué se permite que las empresas de tabaco envenenen a la sociedad sin que ésta o los propios gobiernos hagan algo para evitarlo? ¿Por qué juegan a la muerte con nuestra salud? ¿Por qué lo permite el Ministerio de Sanidad?. Todas las cajetillas por Ley informan que el tabaco mata, produce cáncer y sin embargo se sigue vendiendo y lo que es más sangrante, un gran porcentaje es del IVA que va a las arcas del Estado y no precisamente para ayudar a los que enferman de cáncer por su consumo. Si en una carnicería o en una frutería, se vendiera productos alimenticios contaminados, inmediatamente los productos serían retirados y sus responsables condenados por delito contra la salud pública. ¿Por qué los estancos no son cerrados, las tabacaleras precintadas por estar envenenando al ciudadano y los responsables de sanidad detenidos por cómplices de delitos contra la salud pública? No me lo explico, pero sin embargo esta sociedad está formada para que nos echemos las manos a la cabeza ante una contaminación de bacterias en el pepino por ejemplo o el uso de sustancias prohibidas en la carne y sin embargo ignoramos las decenas de sustancias cancerígenas que tiene el tabaco no cayendo en la cuenta que las propias Autoridades permiten la venta de un producto que nos mata. ¿No es incongruente? Se detiene a personas que venden droga por ser un delito contra la salud y sin embargo no se hace lo mismo con el tabaco, a pesar de figurar por Ley en las cajetillas que su consumo mata. Y nos quedamos tan tranquilos. Esta claro que nuestras mentes han sido manipuladas para no caer en estas cuestiones que pongo sobre la mesa como verdadero indignado de una sociedad que cada vez nos parecemos más a sombras autómatas sin posibilidad de pensar, que personas con capacidad crítica y de acción.
Recientemente la OMS ha publicado un estremecedor informe en el que alerta sobre la mala calidad del aire de nuestras ciudades siendo uno de los principales riesgos para la salud. Va más allá y denuncia que siete millones de personas mueren al año en el mundo por contaminación, uno de cada ocho fallecimientos en el mundo es por esta causa y anuncia que si se redujera esta contaminación, se podrían salvarse millones de vidas. María Neira, directora del departamento de la OMS de Salud Pública explica que desde la OMS “queremos proponer que la calidad del aire sea un bien público global. Como ciudadano hay cosas que puedes hacer por tu salud, como comer sano y hacer ejercicio, pero hay otra cosa que no dependen de ti, sino de políticas de Estado. El aire es una de ellas. La calidad del aire que respiras no depende de las decisiones que tomamos…los ciudadanos deben saberlo para así poder presionar a los que deciden”. Con este dramático llamamiento, nos están diciendo que nos matan, que el aire esta viciado y contaminado por las malas políticas de gestión de nuestros políticos y que es por ello por lo que les debemos exigir de forma inmediata, que dejen de esconder su responsabilidad en la ignorancia y tomen cartas en el asunto porque estos millones de muertos están bajo su conciencia. Es así de claro, pero la sociedad sigue echando la culpa a la “contaminación” o al “cambio climático”, sin caer en la cuenta que ambas acciones son consecuencias nefastas de las pésimas políticas que nuestros gobernantes ponen en práctica ignorando la salud de las personas, su calidad de vida y el bienestar que debe de primar en los ciudadanos que han puesto su voto y su esperanza en ellos.
Sin embargo nos matan, como el uso de miles de productos químicos que se han puesto en circulación sin pasar los controles sanitarios y de seguridad que deberían ser esenciales en cada uno de ellos. Demostrar que no contaminan tendría que ser la base principal para utilizarlos masivamente y no que los ciudadanos deban demostrar que no contaminan cuando ya están puestos en circulación y es más difícil conseguir su retirada por los largos procesos judiciales y de peritaje que se necesitan para neutralizarlos.
Un mundo que como vemos nos quieren implantar para que seamos manipulados, centralizados, espiados y tenernos bajo la cultura del miedo de forma constante, para así parar toda acción que desde la crítica se pueda desencadenar.
Recientemente hemos escuchado también a los máximos dirigentes empresariales, que en lugar de que el trabajador sea indemnizado por el despido, debe este indemnizar a la empresa por haberle dado un trabajo durante “x” tiempo. Esto ya no sólo ralla lo absurdo y la casta en que están formados estos personajes que intentan dirigir el mundo económico de un país, sino que es una burla al trabajador y trabajadora, a la libertad y la democracia, un atentado a la dignidad de las personas y un ultraje a la constitución española.
Pero las barbaridades continúan y nuestros políticos son incapaces de avergonzarse por ser el segundo país de la Unión Europea donde la pobreza infantil es más extrema después de Rumanía, donde nuestros políticos quieren blindar el centro de Madrid para impedir que los ciudadanos se manifiesten, llevándolos a lugares alejados donde puedan patalear a gusto sin que nadie les oiga, violando una vez más la constitución que tanto dicen defender. Hablan que sería para evitar los actos vandálicos que se producen tras manifestaciones pacíficas de cientos de miles de personas como la ocurrida por la Dignidad el 22 M, olvidándose que de existir grupos violentos, éstos deben de ser detenidos antes de producirse altercados y evitar así el derecho que tienen los ciudadanos a manifestarse en contra de una política que solo ataca el bienestar social de la población. España y nunca mejor dicho, es el país donde los quijotes gobiernan con quijotadas.
Pero podemos seguir hablando del último informe que Cáritas ha hecho público y que ha denunciado recientemente que con lo que va a costar el rescate de las autopistas de pago, se podría salvar a 700.000 familias que están al borde de la pobreza. Si yo levanto una empresa y por cualquier motivo o por mi mala gestión se hunde….¿con que derecho tiene que ser rescatada con dinero público? Mientras se benefician, ellos callan y estrujan nuestros bolsillos. Cuando hay pérdidas por su mala gestión, hay que rescatar a las empresas privadas con dinero de todos. ¿En que mundo estamos viviendo? Todos los parámetros normales de un país se han debido de invertir y convertirse en el país del nunca saldrás o en el país de los ignorantes, porque estas prácticas se están poniendo en marcha sin que nadie se eche las manos a la cabeza. En el mismo informe de Cáritas Europa, sitúa a España a la cabeza en pobreza infantil, siendo el segundo país con el mayor índice de pobreza, sólo superado por Rumanía. También asegura que en muchos hogares son las pensiones de los abuelos los únicos ingresos de la familia. Y mientras tanto, los diputados, eurodiputados y senadores de los países europeos, viven holgadamente, con numerosos beneficios y sin importarles esta pobreza que ralla el genocidio de la sociedad que se hunde en la desesperación y en el miedo.
Es igual que lo que comentábamos al principio con los cigarros y el veneno o los siete millones de personas que mueren al año porque a unos políticos no les de la gana de poner soluciones y que por el contrario se venden al mejor postor. La responsabilidad política penal y ciudadana brilla por su ausencia y los males de nuestra sociedad, la deshumanización imperfecta, la corrupción que abraza con sus tentáculos a las instituciones, acampa a sus anchas sin que se ponga fin a tales desmanes. El mundo se destruye en sus valores, las sociedades atrapadas por el “gran hermano que todo lo ve” y por ese Ministerio de la Verdad o del Amor que Orwel nos exponía en su libro “1987”, borran nuestra capacidad crítica, nuestras conciencias, nuestra voluntad y nuestra capacidad de reacción, para conseguir un mundo más equilibrado y justo, más equitativo, con esperanza de vivir y de forjar un futuro que nos han quitado. Incluso nos quitan la vida, nos matan y callamos bajando la mirada con vergüenza y viendo con horror, como se destruye el bienestar de una nación, como se alimenta el odio con declaraciones falsas que después son difíciles de desmentir o como se utiliza el poder de la información para manipular las mentes y dejarlas obtusas y carentes de neuronas críticas.
En otro artículo trataremos de las barbaridades del cambio climático producido por nuestros gobernantes que no quieren buscar una solución efectiva ante tamaño suicido y que cada año se originan también muchas muertes directa o indirectamente causadas por el abandono de nuestros gobernantes a proteger nuestra Tierra, la única Tierra que tenemos y que cada vez más, está siendo minada y flagelada, hasta que su débil resistencia nos lleve a un cataclismo son precedentes en la historia de la vida.
Mientras, nos matan de muchas maneras, con la contaminación, el tabaco, los productos químicos, los deshacios, la pobreza, el hambre, las enfermedades, el abandono de las personas dependientes, la sanidad privada, la educación, los derechos de la mujer a decidir su propia vida, a multarnos y ser detenidos por manifestar nuestra rabia e inconformidad con las políticas austeras. Mientras todo ello ocurre, muchos de nuestros representantes están corruptos e imputados y disfrutando de privilegios y sueldos masivos. Algo tiene que cambiar en nuestra actitud callada y debemos salir de nuestro mimetismo atolondrado, para poder hacer frente a esta barbarie montada por el poder político y económico en contra de nuestra libertad y que dicen ser demócratas cuando continuamente están violando decenas de artículos de la propia constitución.
Si callamos NOS MATAN. ¿Vamos a consentirlo?.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)