Vaya sorpresa, la “influyente Revista Veja”, lo de influyente es de ABC, publicó una nota calificando al Paraguay de “Mendigo rico”, De acuerdo con los números oficiales divulgados por el Banco Central del Paraguay, el país es el segundo más pobre de América del Sur. Un levantamiento de datos del economista Wagner Enis Weber, director del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de Paraná-Paraguay (Ineespar), sin embargo, muestra que los datos del Producto Interior Bruto son tan falsos como los cigarrillos contrabandeados hacia Brasil. Así se refiere esa revista al Paraguay, no sin antes decir que el Paraguay desempeña muy bien el síndrome de mendigo rico, que le conviene dar esa impresión para atraer la caridad internacional como la de FOCEM (Fondo Estructural para la Convergencia del Mercosur).
Que conste que durante muchos años de la hegemonía Colorada los gobernantes de turno han utilizado esa imagen para atraer “ayudas humanitarias internacionales” que fueron a parar a sus bolsillos, pero la Revista Veja quiere, maliciosamente, mostrar otra cosa con ese artículo. Es ahí donde no estoy de acuerdo.
Punto 1) El Brasil ha derivado SU RESPONSABILIDAD y su compromiso de construir la línea de transmisión de 500 kV, entre Itaipú y Villa Hayes asumido con el Paraguay al FOCEM, eso significa que NO FUIMOS NOSOTROS quienes hemos pedido la intervención del FOCEM, fueron los brasileños.
Punto 2) El hecho de que le pidamos al Brasil que nos pague lo que corresponde por nuestro excedente energético, no nos torna mendigos, estamos pidiendo el precio justo por algo que NOS PERTENECE y de la que el Brasil se adueñó gracias a un gobierno dictatorial y bajo condiciones altamente cuestionables, razón por la cual hoy se está pidiendo una especie de actualización de contrato; conste que ni siquiera les estamos pidiendo que nos devuelva la diferencia de pago de los años pasados (perdón, décadas pasadas), simplemente les pedimos que A PARTIR DE AHORA, nos paguen lo que corresponde. Para ser más generosos, ni siquiera les pedimos que nos devuelvan lo que hemos pagado de más en concepto de una deuda espuria que nos enzoquetaron ellos. (Dicho sea de paso, según muchos analistas, deuda que hemos pagado con creces, pero que sigue creciendo).
El doble discurso de Lula, que no termina de sincerarse debido al temor y la presión de su parlamento, tan o más corrupto que el nuestro, perjudica el buen desempeño del proceso de integración en el MERCOSUR, no se puede hablar de INTEGRACION, cuando UNO o DOS de los miembros de la organización no se sienta a hablar de IGUAL A IGUAL en un tema bilateral.
Si a los países de Europa les costó varios años adecuarse a la Unión Europea, imagínense cuánto nos costará a nosotros los llamados tercermundistas.