Todo se remonta a un día de enero de 2008, después de proponerme para ese año no enamorarme de ningún hombre, llegó él… me pidió que le diera la mano para no perderse y desde entonces caminamos juntos por la vida.
Los planteamientos de boda han estado presente después de irnos a vivir juntos, aquél mismo año, pero nunca se animaba y lo entendía. Con el tiempo nos dimos cuenta de la importancia que tienen unos papeles en la vida (no para nosotros, pero sí para el planteamiento de Futuro que teníamos). Así que un día de 2012 empezamos a hacer lista de bodas y pensar en cómo la queríamos.
Y, después de 2 meses intensos de lluvia durante todos los días, llegó el primer día de Sol de esa primavera… Así que me vestí de verde, él de traje y tras una ceremonia perfecta, aceptamos las consecuencias de una firma. Porque el amor es hasta que dure, no tiene fecha, durará lo que tenga que durar, un mes, tres años, medio siglo o más allá de la muerte… pero lo que dure, queremos estarlo juntos.
Es nuestro primer aniversario, el único que puede ser primero… Lo que dure lo dirá el tiempo, ¡pero hemos superado el primero! Así que esperamos que queden muchos más por llegar.
Cada día es único a su lado, cada día me enseña a ser más yo y ser mejor.