Revista Diario
conciliación siento que tienen una ensalada mental tremenda, y que como en casi todo no tienen ni idea de lo que siente y necesita la sociedad.
La igualdad, ese término que se han empeñado en vendernos a las mujeres, está siendo, bajo mi punto de vista, muy mal entendida desde las instituciones. Veamos su definición:
Igualdad
(Del lat. aequalĭtas, -ātis). 1. f. Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad. 2. f. Correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que uniformemente componen un todo. 3. f. Mat. Equivalencia de dos cantidades o expresiones. ~ ante la ley. 4. f. Principio que reconoce a todos los ciudadanos capacidad para los mismos derechos. ~ de ánimo. 5. f. Constancia y serenidad en los sucesos prósperos o adversos.
fuente: Real Academia Española
Yo no veo por ninguna parte que diga que para igualar, tomamos una de las partes como referencia y forzamos a la otra a ser igual a ella. De hecho, desde mi nulidad para las matemáticas, recuerdo que cuando en una ecuación teníamos una igualdad, se hacían cambios en ambos lados de la ecuación, hasta conseguir que la igualdad fuera cierta.
¿Por qué entonces, cuando hablamos de igualdad de sexos, nos empeñamos, se empeñan los políticos y administraciones, en que las mujeres se conviertan en hombres? ¿Por qué la igualdad siempre pasa por negar a la mujer, a su naturaleza, su instinto, y obligarla a ser, sentir y actuar como un hombre? Y si eres mujer y no estás de acuerdo con el planteamiento impuesto entonces eres una retrógada, no sabes lo que necesitas, y los buenos políticos (hombres por supuesto) deciden desde su omnisapiencia lo que es mejor para tí. Apañadas estamos. ¿A qué estamos esperando para tomar las riendas y empezar a buscar la igualdad verdadera?
Corresponsabilidad
Al hablar de igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en seguida sale a relucir la corresponsabilidad. Y es que éste es el principal escollo actual con el que se encuentran las mujeres: la falta de responsabilidad de los hombres.
Y si, digo responsabilidad, y no corresponsabilidad, y es que creo que los polHasta hace unos años, éstas eran de papel, que durante todo el verano las peñas se reunían para tenerlas a tiempo el día señalado. Hoy en día esta costumbre se está perdiendo un poco, dando paso a las típicas carretas de tela.A las 7 y media de la mañana comienza la misa del romero en la Iglesia del Inmaculado corazón de María, dando lugar así al comienzo de ésta celebración. Todo este desfile antiguamente tenía su fin en el Eucaliptal del Aeropuerto de Sevilla, actualmente lo hace en la explanada de Aquapolis. . Allí se dará paso a todo un día de cante, bailes y rezos. Al final del día se elegirá la carroza más bonita con hasta 3 premios y también al mejor caballista. A la vuelta de nuevo el mismo recorrido, donde las gentes esperan para ver los ganadores.En este día este barrio humilde y trabajador, se olvida de la crisis , las penas y los males. Intenta pasar un día en familia y con los amigos . Que por mucho que algunos se empeñen, este barrio es algo más que una mala imagen . Aquí conviven médicos, albañiles, abogados y un sin fín de profesionales y buena gente que tienen en común el vivir en el mismo sitio. Ya es hora de que este barrio sea escuchado y reconocido por cómo es y no por lo que algunos se empeñan en demostrar con manipulaciones y engaños . Tal vez un barrio como otro cualquiera, con sus costumbres y sus historias, con su buena gente que las hay. Por cierto, por si aún no lo han reconocido, les hablo de Torreblanca de los caños.íticos de nuevo están equivocados, Para empezar acudamos de nuevo a la RAE:
corresponsabilidad
1. f. Responsabilidad compartida.
fuente: Real Academia Española
Responsabilidad compartida… ¿y en qué medida compartimos? Si uno piensa que tiene una “corresponsabilidad”, lo que hará es cumplir con su parte, y no más allá. Creo que lo que tenemos que entender todos, hombres y mujeres, que al igual que tenemos una responsabilidad para con nuestro trabajo, la tenemos con nuestra casa y con nuestros hijos, y que es nuestra al 100%, y en esa medida debemos intentar cumplir con ella. Viéndolo así será cuando de verdad nos hagamos cargo de todos nuestros deberes, y el hacerlo compartido surgirá de forma natural.
Aquí quiero resaltar una cosa. La corresponsabilidad es algo que aprende en casa, y no desde las instituciones. La situación actual es en parte responsabilidad de nuestras madres, que enseñaron a sus hijos que ellas se ocupaban de las tareas, que sus hermanas se encargaban de las tareas, pero que ellos no tenían que hacerlo. Tanto que nos empeñamos en que nuestros hijos sean los primeros en todo, a ver si esta generación de madres 2.0 también nos empeñamos en que sean los más responsables con su casa y su familia.
Hecho el inciso, vuelvo a las instituciones y los políticos. Ahora, con la moda de la igualdad y la corresponsabilidad, la tendencia es a pedir permisos por nacimiento o adopción de hijos iguales para hombre y mujer, tal y como ha propuesto la PIINA y apoya IU. Debo decir que no estoy para nada de acuerdo con esta propuesta, pues considero que parte de premisas equivocadas y retrógadas.
Para empezar, una parte del permiso es obligatoria, para “promover la corresponsabilidad”. Como ya he dicho, la corresponsabilidad se aprende en casa, no se fuerza desde las instituciones. Además, este tipo de medidas serían adecuadas y efectivas en el momento en que la mujer empezó a salir de casa, para cubrir ese hueco “metiendo al hombre”. El problema es que la mujer ya está plenamente en el mercado laboral, por lo que esta medida llega tarde y es del todo insuficiente, puesto que sólo una parte es obligatoria, el resto es voluntaria e intransferible. Es decir, que si se renuncia se pierde. Se necesitan medidas por tanto más amplias y mejor pensadas, en las que la motivación y el objetivo sean un mayor tiempo de atención a los hijos, y no marcar hitos en igualdad o corresponsabilidad.
Dejemos ya de pensar en los padres, y empecemos a pensar de una vez por todas y de verdad en los hijos, y será entonces cuando demos con las medidas adecuadas.
Conciliación
Hablar de conciliación en España ya sabemos todos que hoy por hoy es casi una utopía. La mayor parte de familias que conozco consiguen llevar el día a día a base de parches, de tirar de abuelos, tíos, actividades extraescolares exageradas, y correr, correr y correr.
Mucha gente piensa que el momento de crisis actual no es el mejor momento para ponerse a hablar de conciliación, pero la realidad es que, tal y como hemos podido comprobar desde Conciliación Real Ya, precisamente éste es el momento. Si echáis un vistazo a nuestras propuestas veréis que algunas son de coste 0, y que en realidad dependen más de las “ganas de hacer” que de otra cosa. ¿Por qué entonces estamos en la situación que estamos?
Está claro que primero tenemos que trabajar sobre la igualdad y la corresponsabilidad, sin mejorar en éstos ámbitos no hay conciliación posible. Pero, aún así, se podrían estar tomando más medidas para mejorar/ facilitar la conciliación, y sin embargo no se hace. ¿Por qué?
Personalmente creo que el motivo, como en los anteriores casos, es un error de enfoque. Pareciera que la conciliación es algo que sólo beneficia a las familias con niños, y al resto más que beneficiarles les perjudica. Sin embargo, está demostrado que las medidas de conciliación tienen un efecto positivo sobre la productividad de las personas, y por lo tanto en la cuenta de resultados de la empresa. De hecho, un estudio demostr