Si me pusiera a pensar dónde me gustaría estar sentada ahora mismo sin duda, hoy viernes, me encantaría estar en la Bahía de Ha-Long.
He tenido unos días de trabajo de aúpa y veo el fin de semana con un cartel luminoso enormemente grande que dice relax. Y es por eso que recuerdo el paseo en la parte superior de este barco entre formaciones kársticas como algo muy apetecible. Cuando estás allí, rodeada de esas montañas y pequeñas islitas, con el mar totalmente en calma sólo piensas en sentarte en la cubierta y escuchar alguna canción chill-out.
Como casi todo en lo referente a la cultura asiática, esta bahía situada en el norte de Vietnam, tiene su propia leyenda. Cuentan que cuando los lugareños luchaban contra los invasores chinos provenientes del mar, un emperador envió a una familia de dragones celestiales para ayudarles a defender su tierra. Estos dragones escupían perlas que se convirtieron en islas, formando una gran muralla que impidieron la entrada de los barcos enemigos. Pero cuando se lanzaron al mar, en sus caídas agitaron las colas y con ellas golpearon la tierra causando valles y grietas que el mar inundó. Y de ahí además el significado de Ha-Long: dragón descendiente.
No os podéis ni imaginar las ganas que tenía yo de conocer este sitio. De hecho, elegimos destino sólo por la bahía y cuando llegamos sólo pensaba en que por favor no entrara ningún tifón (la semana anterior a nuestra visita hubo uno) porque lógicamente la cierran a la navegación. Pero una vez de vuelta mereció la pena conocer el país. Cuando nosotros estuvimos hace muchos años no estaba tan de moda como está ahora. La conversación que teníamos con quiénes preguntaban donde íbamos era más o menos la misma siempre:
¿Dónde vais? A Vietnam ¿A Viena? No, a VieTnam ¿Con la guerra?
Sí, porque desgraciadamente hablar de Vietnam es pensar de la guerra y os aseguro que no sólo es eso. Es un país maravilloso, con una cultura y una forma de ver las cosas que me enamoraron. Y aunque echaba de menos comer chocolate (ejem... me encanta la piña pero ¿todos los días de postre?) volvería ahora mismo con los ojos cerrados.
Y en tu caso, ¿dónde te irías ahora mismo buscando relax? Espero vuestros comentarios.
Revista Viajes
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El Osito Con Zapatos Nuevos Mariola Abascal
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