Nos van a seguir hundiendo

A estas alturas de la crisis, está claro que las políticas de ajuste, brutal y acelerado, personalizadas/impulsadas por la Sra. Merkel y apoyadas por Sarkozy, solamente recortes, recortes, recortes, nos están metiendo en un pozo profundo del que costará mucho salir, agravando las particularidades de la crisis española.
El Gobierno del Sr. Rajoy corre como pollo sin cabeza, medida tras medida, a cual más opuesta a los programas y a sus palabras de antes de elecciones, eso sí, repitiendo hasta la saciedad que sabe lo que tiene que hacer, lo cual evidentemente choca con lo que hacen y dicen. ‘Nosotros no queremos hacerlo, no nos gusta, pero no queda otro remedio, la culpa es del PSOE’  es el mantra de los dirigentes del PP. ¿Hasta cuándo?, ¿no saben decir otra cosa, no saben hacer otra cosa? Pero ¿acaso creen que las medidas que tomaba el gobierno anterior eran porque les gustaban?
Uno se imagina que cara les habrá quedado a sus hooligans –palmeros decían otros- aquellos que salieron a las calles a recoger firmas contra las subidas de impuestos, incluyendo la presidenta Aguirre llamando a la insumisión fiscal, cuando la primera medida del Gobierno Rajoy fue subirlos. Y así una tras otra, estaban contra recortar la sanidad y educación y entran a caballo, contra el copago y ya está puesto, contra las amnistía fiscales y aquí tienen la suya, nunca abaratarían el despido y aquí tienen la reforma, decían que la clave estaba en crear empleo y todas las medidas económicas tomadas son contractivas, solo van en la dirección de destruirlo, estaban en contra de tocar las pensiones, pero subir los medicamentos y los impuestos a los jubilados es tocarlas, etc. etc. etc.- y eso sin detenernos ahora en que congelar salario mínimo y reducir salarios en general, implica menos cotizaciones a la S.S. por lo que afectará y mucho a las pensiones venideras-.
Son las cosas que pasan cuando no se ha enfrentado la crisis cara a cara, y por toda explicación se culpaba al Presidente Zapatero, -con una gestión nefasta - e insistían en que un cambio de gobierno daría confianza a los mercados y bla bla bla, pero la prima de riesgo se mantiene peligrosamente por encima de 400,-pagamos alrededor del 6% por nuestros bonos a 10 años- y los CDS españoles que miden el riesgo de quiebra, están en máximos. Pues vaya desconfianza generan los nuevos gobernantes, tendrían que decir sus huestes de los ultramedios.
Tanto unos partidos como otros, grandes y pequeños, despreciaron la crisis interna española y las obligaciones que comporta el euro –imposible devaluar como siempre se hizo para salir de recesiones anteriores-, nadie propuso medidas correctoras, impopulares hace años, recuerden que en los programas electorales del 2008 ambos tenían el pleno empleo como objetivo y la creación de tropecientos mil puestos de trabajo. No solo eso, sino que ninguno aceptó, ni acertó a explicar lo que ocurría quedando el discurso político de todos solamente en el entorno de culpar al PSOE gobernante. Era más cómodo, claro está, pero poco útil si queremos resolver los problemas.
El PP aprovecha la crisis para correr hacia atrás, lo cual era previsible, cambia la sociedad empujando con leyes más carcas y derechistas, suprimiendo derechos y libertades, ahora con la seguridad y la información esperan contener las protestas y engañar para apaciguar ánimos y vuelve a aparecer el sentido de propiedad de España en la derecha. En la tele, quiere echar a todos los necesarios, para quedarse solo ellos con la capacidad de decisión, en seguridad contemplan aumentar penas pretendiendo evitar que la gente proteste, pero, ¿y para los especuladores, y para los defraudadores del fisco, y para los banqueros que engañaron y dieron créditos sin ton ni son y para tantos que apalancaron haciendo juegos malabares financieros, para esos no hay penas?
Encima, mientras los esfuerzos los dedica a esas cuestiones, la economía sigue empeorando a gran velocidad, el paro aumenta, la próxima meta es llegar a 6 millones a final de año, mientras coberturas y ayudas sociales disminuyen… Solo toman las medidas de recortes y eso nos hunde más alejando los objetivos de déficit convertidos en la liebre mecánica a la que nunca cogeremos. Cada recorte cercena la posibilidad de crecer, de recaudar, por lo que con menos ingresos aumentará más el déficit. De sentido común, que dirían ellos.
El desvío del déficit lo toman como una bocanada para oxigenarse, pero que pocos argumentos, que pocas ideas tiene esta gente… El déficit se agravó no porque hayamos gastado muchísimo, -Rajoy- sino fundamentalmente a la extrema debilidad de los ingresos,-Banco de España- consecuencia de las medidas restrictivas que paralizaban la economía. El mayor desvío, por cierto, lo marcaron las comunidades autónomas la mayoría en manos del PP. Ese sigue siendo uno de nuestro problemas fundamentales, la revisión de nuestros ingresos fiscales, mientras solo ponen la mirada en nuestros gastos públicos que no son grandes, comparativamente con los del resto de Europa.
Una vez más hay que recordar que la crisis en España –burbuja inmobiliaria y de crédito- comienza por el exceso de DEUDA PRIVADA, que la pública crece cuando trata de taponar agujeros sociales, que a pesar de todo seguimos teniendo una deuda pública menor que Alemania, que nuestros problemas fundamentales están en la banca y en nuestra incapacidad para crecer.
Y por supuesto hay que reformar el entramado económico español, conseguir mayor eficiencia en lo público, y en lo privado, en la energía, en I+D+i, en la educación, en las exportaciones, aumentar la competitividad y no solo la productividad por las bajadas de salarios, modificar el mercado laboral, reforma empresarial, de la administración pública, de la justicia, limpiar corrupciones…y resolver el punto importante que provoca la mayoría de ataques a la deuda española, el sector financiero e inmobiliario, promotor y causante principal de esta situación.
No pierdan el tiempo en culpar a los otros, con ello muestran su incapacidad, descubren que no saben qué hacer, ni lo que tienen entre manos. Señores del PP, hay que darse mucha prisa, el dinero ha comenzado a huir de España; por su confianza.