Nos vemos en Salou

Por Dolega Martín 1 agosto, 2014 Actualidad 8 comentarios

Photo Credit: Albert Ferré (Artbel ) via Compfight cc

Estamos en verano ¿No es cierto? Época de calor, sol, tirantes, vinitos en el jardín, barbacoas a tutiplén, cálidos paseos nocturnos a ver las lluvias de estrellas…

Sí eso debería de ser, pero esta mañana a las ocho hacían 16ºC en mi jardín.

A ver, soy consciente de que vivo en la montaña ¿Pero sería mucho pedir más de dos días seguidos de calor sofocante en todo el año? Durante el mes de Julio no ha habido manera de ponerse más de tres días los pantalones cortos, hay que tener la chaquetita de las narices a mano porque sino corres el peligro de quedarte helada dos días no y el resto sí.

Suena el teléfono y es mi amiga Maribel. Hemos veraneado juntas varios años cuando éramos jóvenes y nuestros hijos unos críos. Los suyos más pequeños que los míos, pero lo cierto es que se llevan de maravilla a pesar de la diferencia de edad.

Nos quejamos del maldito frío que hace en nuestro pueblo y me dice que a ella ya le queda poco, que se marcha de vacaciones a Salou la semana que viene.

Me tienta a unirme a las vacaciones relajadas de adultos, que de las de cubo y pala hemos tenido varias. Yo evito la tentación con un “¡Huy que va! Nosotros esta año no, que anda la cosa muy pachucha” y el caso es que la única vez que he estado en Salou fue cuando llevamos a los niños a Port Aventura hace la mar de años, pero nuestro cuartel general estaba en Barcelona, así que no recuerdo para nada la ciudad, solo el Parque temático.

Seguimos hablando y entro a ver si recuerdo algo de Salou. Veo que está el circo del Sol todo el mes de Agosto, así que lo comento en voz alta con un suspiro de fondo. “Venga, deja de hacerte la dura y vámonos unos días a disfrutar de la playita, vemos el espectáculo y nos relajamos como Dios manda sin hijos, ni animales, ni la madre que los fundó a todos ¡Dolega que nos quedan cuatro días!” Dice la muy ladina sabiendo que me ha metido el gusanillo en el cuerpo y mi negativa ya va siendo mucho más débil “Que no, Maribel que no podemos… ¿Ya tenéis hotel y todo eso?”

Me pasa por whatsapp la web de esta cadena de hoteles que me dice que esta genial a un precio más que razonable que ellos van a esta ahí; Que la mire.

Después de mirar las playas y ver la temperatura local, mi resistencia ya ha caído al mínimo. ¡No me líes por favor, que estoy en modo ahorrador! Exclamo, pero ya sin ninguna convicción.

Nos despedimos y yo le digo que entraré a ver los hoteles y que ya le avisaré, pero que seguramente será que no.

Siento que llegan el Consorte y la Niña del trabajo, entran por el porche diciendo “Ya estamos aquí”

Les contesto

¡Que nos vamos a la playa!

El Consorte me mira…

-¿Pero no decías que este año no había vacaciones porque no se podía gastar?

-Cierto, pero el Circo del Sol está en Salou con su último espectáculo y tú me debes una entrada de la última apuesta que te gané ¿Recuerdas?

-No, no recuerdo que me ganaras ninguna apuesta últimamente

-Bueno, pasaré por alto tu falta de memoria ¡Pero no me voy a quedar sin cobrar mi apuesta porque tú andes con la neurona dormida! Así que ando armando viaje con Maribel y Manolo, que lo sepas. ¡Luego no me digas que no te acuerdas que te lo he dicho! Que parece que aquí los años no pasan en balde…