Una vez más... hay autores que me pueden, que con un libro me han ganado, con lo cuál en cuanto me entero de que sale una nueva novela suya no puedo más que correr a por ella y adelantarla a todos mis pendientes. Esto me pasa con Marta Rivera de la Cruz.
Me estrené con Marta Rivera de la Cruz con La vida después (que no era nada menos que su sexta novela, sí, tengo pendientes todos los anteriores), y decir que me encantó se queda corto. Posteriormente publicó La boda de Kate y también lo leí aunque en este caso me gustó menos que el anterior. Con Nosotros, los de entonces, me he vuelto a encontrar una historia como la que me encontré en La vida después, una historia pausada pero con ritmo y sobre todo con una escritura deliciosa.
LA AUTORA
Marta Rivera de la Cruz estudió periodismo en la universidad Complutense de Madrid.Comenzó su carrera literaria en 1996 con El refugio, que resultó ganadora de II Premio de Novela Corta Joven y Brillante. A partir de ahí no ha hecho más que cosechar éxitos: ha escrito varias novelas juveniles, cuentos y ensayos, además de alguna incursión en el guion cinematográfico.
Obtuvo el premio Ateneo Joven de Sevilla de Novela con Que veinte años no es nada y con En tiempo de prodigios fue finalista del premio Planeta en 2006.
Además ha desarrollado actividades como editora, es profesora de escritura creativa en la escuela de creación literaria Hotel Kafka de Madrid y colaboradora habitual de diversos medios como El País Semanal, La sexta Noche y Más vale tarde, entre otros.
Además, es miembro del partido Ciudadanos de la Comunidad de Madrid.
EL ARGUMENTO
Jorge, Valva, Lourdes, Cecilia, Roberto y Mauro se conocieron en la Escuela de Bellas Artes y fueron inseparables. Pero el paso del tiempo se ha encargado de poner distancia entre ellos.A pesar de que se mantienen en contacto, llevan doce años sin estar todos juntos. Un día, por medio de un mail, Jorge invita a todos a pasar un fin de semana en el hotel de Valva en Saint Rémy, porque hay una noticia que quiere compartir con ellos. Aunque la primera reacción de algunos es poner una disculpa, Robe explica a sus amigos que Jorge tiene algo muy serio que comunicarles y que es imprescindible que estén todos. En esas circunstancias, unos y otros dejan atrás sus obligaciones y parten a la Provenza. Estos seis amigos tendrán dos días para desempolvar viejos recuerdos, para curar heridas, para ventilar rencores, para aclarar malentendidos. Dos días para decirse cosas que se ocultaron, para brindar, bailar, llorar y reírse. Para hacerse reproches y para darse las gracias. Y, sobre todo, para renovar el cariño que habían dejado dormir durante demasiado tiempo.
Nosotros, los de entonces es una historia de lealtades y afectos, teñida de la nostalgia por los veinte años y el duro aterrizaje en los cuarenta, cuando uno hace balance y admite que algunos sueños ya no pueden cumplirse…, ¿o quizá sí?
MIS IMPRESIONES
Como he dicho al principio, hay autores por los que ya tengo una cierta predilección y Marta Rivera de la Cruz es uno de ellos, no sé si son sus personajes, sus historias o su manera de escribir pero tiene algo que hace que sus historias me dejen huella después de leerlas.En Nosotros, los de entonces, nos vamos a encontrar una historia con la que todos nos podemos sentir identificados. Nos encontramos con seis amigos de la universidad que van a reencontrarse después de doce años sin verse.
Cecilia, Lourdes, Valva, Mauro, Rober y Jorge se conocieron en la universidad de Bellas Artes cuando estudiaban y se creían la típica pandilla indestrutible que irían juntos hasta el fin del mundo, que tendrían hijos y éstos jugarían juntos y sobre todo que envejecerían mientras seguían viviendo historias juntos. Sin embargo, nada de eso sucedió, según fue pasando el tiempo, las oportunidades laborales, las parejas y los diferentes modos de vida, la pandilla se fue separando poco a poco sin un motivo definitivo.
Por ello, cuando reciben la invitación de Jorge para pasar un fin de semana en Saint Rémy, precisamente en la casa rural que Valva, uno de los miembros de grupo regenta desde que se casó, no todos están tan dispuestos a ir. Sin embargo, la sospecha de la enfermedad de uno de ellos hace que todos decidan decir sí a la propuesta y presentarse por sorpresa en la Provenza.
Así es como llegamos al reencuentro entre unos personajes a los que la vida ha llevado por caminos totalmente diferentes. Personas que eran inseparables y que se reencuentran doce años después y, aunque al principio les cuesta encontrar ese punto de unión que tenían, poco a poco se darán cuenta que su amistad sigue ahí y que siguen siendo capaces de gastarse las bromas de siempre, de saber lo que piensan sin decírselo y de enfadarse sabiendo que diez minutos después lo habrán olvidado.
De la mano de este reencuentro y mediante las situaciones que se van sucediendo a lo largo de todo el fin de semana (y las que recuerdan los personajes de épocas pasadas), vamos a ir conociendo a cada uno de los personajes, cómo era antes y cómo ha sido su evolución. Este es el punto que más me ha gustado: la manera de definir cada uno de los personajes, de vivir su evolución y las relaciones entre ellos. Mi sensación final era que parecía que los conocía, que envidiaba sanamente a esta pandilla al completo: la bondad de Mauro, la elegancia de Lourdes, la templanza de Valva, el buen hacer de Jorge, el humor de Cecilia y la fuerza de voluntad de Robe, pero sobre todo, la unión que años después sigue habiendo entre ellos.
Otro de los puntos fuertes de los personajes es cómo ha sabido Marta construir una pandilla de personajes totalmente opuestos entre sí y transmitir esa unión entre ellos pese a las diferencias que los separan, cómo transmite esos sentimientos que todos hemos tenido en un grupo de amigos muy unido: envidia en algunos casos, dudas, mentiras que salen a la luz a lo largo de los años, historias que nunca se han revelado, preguntas que nunca se han hecho por vergüenza, sentimientos que nunca han sido mostrados, cosas que se dejan de decir por no hacer daño.... y cómo todo eso es superado por el amor y la protección que sienten entre ellos.
Con esto no penséis que es una novela pastelosa, nada más lejos de la realidad. Los personajes se pelean, se enfadan, lloran, ríen, recuerdan... Quiero mencionar ese toque irónico y punzante de Lou que hace que te sonrías en más de una ocasión, esa camaradería entre chicos y esas noches de confesiones de chicas.
Otro de los puntos que toca esta novela mediante las diferentes historias de estos personajes es cómo la vida de cada uno de ellos ha ido teniendo diversas dificultades que otros no conocían. Verán que se han ido separando y dejando olvidados a los que en otro tiempo eran como sus hermanos en momentos realmente difíciles y eso les valdrá para unirse una vez más y darse cuenta de que todos tienen problemas.
No podemos tampoco dejar de mencionar el toque gastronómico de la novela. Valva, además de regentar junto a su marido el hotel, es la encargada de la cocina. De su mano, en su afán por sorprender y complacer a sus queridísimos invitados servirá unos menús de alta cocina descritos con total precisión. Tengo que decir que he olido los platos con las descripciones que se hacían de ellos y por supuesto me han entrado ganas de volar a Saint Remy y sentarme a la mesa a degustarlos. Marta confiesa al final de la novela que los menús han sido diseñados por Pepe Solla, Paco Roncero y los dulces son obra de Oriol Balaguer con lo que queda constatado lo que yo ya sabía.... ¡¡que me quería sentar en esa mesa!!
En conclusión, en esta novela no vamos a encontrar un ritmo frenético, ni vamos a estar pegados a las páginas y deseando conocer el final. En esta novela nos vamos a encontrar una prosa con sencilla pero muy cuidada, con ritmo, escrita con mucho mimo y sobre todo con mucho sentimiento pero también encontraremos una novela con giros en la historia, con confesiones del pasado que cambian el presente y con más de una sorpresa.
Si tuviera que describirla diría que es una novela de sensaciones y de personajes, una novela que nos hará ponernos nostálgicos, recordar y sonreír en muchas ocasiones. Una novela que degustar como esos platos que Valva ofrece a sus amigos.
Finalmente os dejo con una frase que la propia Marta Rivera de la Cruz dijo en una entrevista y que define muy bien la esencia de la novela:
"Con este libro pretendo hacer una llamada a las segundas oportunidades, recordar que es necesario cuidar a los amigos para que se mantengan los vínculos y transmitir que no hace falta tener veinte años para estar bien"
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO DE LA NOVELA
Otras novelas que hemos leído de la autora
- La vida después
- La boda de Kate