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2013 actualidad // Coaching personal
NOSOTROS, LOS SANTOS INOCENTES
Escrito por Miguel Benavent de B. Sin comentariosHoy 28 de diciembre es el día de los Santos Inocentes. La imagen más típica de este día es el “monigote” de papel que se le engancha en la espalda al presunto inocente o la también típica inocentada en los medios de comunicación, que normalmente consiste en la publicación de una noticia rotundamente falsa durante los informativos y como si fuera una más…
Pero, más allá de las famosas inocentadas, inocente -y tal vez santo, por ello- popularmente es quien, siendo como es, no desconfía de los demás ni mal piensa en una situación. Quizás el matiz necesario es la ignorancia o no del inocente. Un niño es inocente por definición, pues no conoce la realidad que le rodea y, aún así, la acepta y no desconfía de ella. Pero hay otra inocencia que nace del conocimiento, que tiene conciencia de lo que sucede, pero aún así opta por confiar en que todo tiene su sentido profundo y que la vida, al final y a pesar de los pesares, pone las cosas en su sitio…
Yo me considero un inocente ilustrado, plenamente consciente de lo que pasa a mi alrededor. Soy bienpensado por definición y mientras no se demuestre lo contrario. Eso hace que prefiera fijarme en la virtud o en la ignorancia que hay tras los hechos. Aunque es verdad que el devenir de nuestro mundo parece indicarnos que es cierto el “piensa mal y acertarás” popular. Pienso que si piensas mal y juzgas negativo todo lo que sucede, concentras toda tu energía en ello y hace que al fin el mal suceda. No tiendo a juzgar o a mal pensar de nadie sin pruebas fehacientes de su maldad o mala intención. ¿Eso me hace inocente… o solo ignorante?
A decir verdad, prefiero ser un inocente que cree que la bondad existe a pesar de los pesares, aunque a veces cueste verla a simple vista. Prefiero pensar que la maldad -aún siendo inherente al ser humano- es debida muchas veces a la ignorancia o simplemente al miedo, es decir que no es premeditada con nocturnidad ni alevosía, la mayoría de las veces. El miedo -y la inseguridad que éste provoca- casi siempre nos hace juzgar de antemano las personas y circunstancias que nos rodean, haciéndonos actuar de manera injusta ante las mismas. Y la injusticia es una de las más evidentes fuentes del mal en nuestro mundo.
Paradógicamente, a casi todo el mundo le molesta la injusticia. Ser inocente, en este contexto, es pensar, sentir y creer que la justicia es, ni se administra ni se ignora. La vida es justa, aunque no siempre seamos capaces de juzgarla así ni aceptarla tal como viene, pues siempre tiene un sentido profundo lo que en ella pasa. En cualquier caso, me da la sensación de que, más que la vida, los que somos injustos somos nosotros, sus protagonistas irremediables, pues la mayoría de las veces no somos justos con nosotros mismos y, por tanto, creamos un mundo injusto a nuestro alrededor, hecho a nuestra imagen y semejanza. Si no eres justo contigo mismo, difícilmente lo serás con los que te rodean…
Pero justo o no, inocente es aquel que no juzga de antemano, ni actúa solo movido por la desconfianza ante los demás… aún siendo consciente de que la justicia depende en parte de él mismo, más que de los demás. Inocente es aquel que es justo consigo mismo y confía en que la vida le dará siempre la oportunidad de serlo cada vez más. Y que la justicia genera justicia y que la suma de seres humanos justos hace un mundo más justo y mejor…
Te felicito si como yo mismo eres inocente con conciencia y, aún así, confías plenamente en ti mismo, en los demás y en la vida! Alguien me dijo que todos tenemos Alma y lo que nos hace diferentes -o justos o no- es nuestra capacidad de ser coherentes con ella en nuestra vida ordinaria. No desconfíes nunca de alguien pues su Alma y la tuya son esencialmente iguales, aunque quizás esa persona tarde más en llegar a ella. Sé inocente, confía en la vida y si eso es un síntoma de tu idealismo y de que quieres y eres valiente de vivir tus propios sueños, adelante, hoy conmemoramos tu día!
Etiquetas: alma, conciencia, confianza, despertar, día de los santos inocentes, inocencia, miedo, oportunidad, realidad, sueño