Lo más típico en Barcelona, tanto para los turistas como para los ciudadanos, es quedarse por el centro de la ciudad y dejar un poco olvidados los barrios de los alrededores. Un error muy común que deja en segundo lugar sitios encantadores y nuevas realidades modernas y funcionales que caracterizan la ciudad de Barcelona.
Nou Barris (Nueve Barrios) es ejemplo de ello, un distrito de Barcelona situado en el extremo norte de la ciudad alejado del bullicio, entre la sierra de Collserola y la avenida de la Meridiana, que es una de las caras de la ciudad más inexplorada y llena de sorpresas.
Su nombre, que se le puso en el año 1984 cuando el Ayuntamiento de Barcelona aprobó una nueva división territorial de la ciudad, se debe a que a comienzos de los años setenta una parte importante de Nou Barris estaba dentro del antiguo Districte 9, una denominación con el que se definía la zona en la revista de la primera asociación de vecinos de la zona.
Este distrito en las décadas de 1950 y 1960 fue punto de acogida de una parte importante de la inmigración obrera que llegó a Barcelona y con el tiempo, por su peculiar mezcla de elementos históricos con nuevas arquitecturas, se ha convertido en una muestra del nuevo urbanismo de Barcelona.
Espacios modernos como el Parque Central, Can Dragó y las Cocheras de Borbón conviven con elementos históricos patrimoniales, como los acueductos, el Rec Comtal, la Casa del Agua, el castillo de Torre Baró o la iglesia de Santa Eulalia de Vilapicina, entre otros.
Después de los Juegos Olímpicos, el Ayuntamiento de Barcelona empezó una serie de obras en el barrio, entre las cuales se escogió por posición y carga histórica el territorio del antiguo hospital psiquiátrico como el punto idóneo en el que establecer el nuevo centro de Nou Barris.
El edificio fue reformado y ampliado para que alojara una de las mayores bibliotecas populares de Barcelona y se abrió el segundo parque urbano más grande de la ciudad, después del de la Ciutadella, el Parque Central de Nou Barris.
De esta manera en este distrito alejado del bullicio se ha ido creado la mezcla de estilo tan característica del urbanismo actual de Barcelona, una mezcla única de tradición y modernidad con avenidas interminables que se cruzan con pequeños callejones, bares de toda la vida al lado de locales modernos y vecinos llegados de los lugares más variados del mundo que forman una mezcla curiosa y diversa.
En el Parque Central de Nou Barris después de los juegos Olímpicos construyeron también la pista de skate de Vía Favencia animando el barrio al deporte urbano moderno por excelencia que se convirtió en el espíritu del distrito. La pista se ha convertido en un lugar emblemático del Nou Barris y ahora después de haber sido abandonada y automantenida por los skaters y ciudadanos terminarán en 2015 las obras de renuevo por parte del ayuntamiento, juntos a otros proyectos de pistas de skate por los barrios de Barcelona.
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