Revista Cultura y Ocio
El cristiano mágico de Terry Southern
Traducción de Enrique Gil-Delgado
Guy Grand es un millonario excéntrico (el último de los grandes derrochadores) decidido a crear desorden en el mundo y dispuesto a no escatimar gastos para conseguirlo. Tras una vida marcada por las bromas pesadas y los planes enloquecidos, su último objetivo consiste en probar su teoría acerca de que nadie puede resistirse al poder del dinero, y que, por conseguirlo, cualquiera haría lo que se le pidiera, por más degradante que fuese. En el universo de Guy Grand, todos tienen un precio, y él está dispuesto a pagarlo. El cristiano mágico, jamás hasta hoy traducida al castellano, es una sátira sobre la obsesión americana por la grandeza, el poder, el dinero, la televisión, las armas y el sexo. Una novela hilarante, original y perversa, firmada por un auténtico genio de la comedia.
Ficha del libro
El alojamiento en dichos trenes era hasta cierto punto limitado, y, aunque él siempre procurase reservarse para sí lo mejor de lo mejor, Guy Grand tenía que conformarse a menudo con pequeños compartimentos apenas equipados con algo más que las comodidades esenciales. A pesar de ello, aceptaba la situación alegremente; y con ese talante fue como, aquella tarde de verano, exactamente a las 14.05, abordó con paso optimista (considerando lo abultado de su porte, ya que, a sus cincuenta y tres años, estaba bastante rollizo) el primer coche cama del Portland Plougher. Una vez instalado en su compartimento, se embarcó en la placentera rutina de prepararse para el largo y despacioso periplo que lo llevaría hasta Nueva York. Como tenía por costumbre, llamó al mozo de inmediato y le pidió una botella grande de Campari y otra de agua mineral helada. A continuación, se sentó ante su escritorio para despachar la correspondencia comercial.
Gabrielle de Bergerac de Henry James
Traducción de Eduardo Berti
La joven Gabrielle de Bergerac ha tenido la fortuna de nacer en una familia ilustre de la nobleza rural francesa previa a la Revolución. Pero también la desgracia de no contar con bienes propios, circunstancia que hará que cualquier indicio de curiosidad vital, de inquietud intelectual, quede ahogado ante la perspectiva de elegir entre dos opciones igualmente sombrías: o un matrimonio favorable o el claustro. Su carácter noble y su naturaleza indagadora quedarán al descubierto cuando en su cerrado círculo social aparece Coquelin, el preceptor de su sobrino, un hombre pobre pero capaz de demostrar que la audacia, el saber y la belleza son valores que nada tienen que ver con la clase social.
Ficha del libro