Juntos Ally Condie
Original, fascinante, adictiva, inolvidable… Juntos, primera parte de la trilogía distópica de Ally Condie, ha concitado el entusiasmo unánime de crítica y público. Antes de su lanzamiento (Estados Unidos, 30 de noviembre, 250.000 ejemplares), la obra había sido vendida a 30 países y atraído el interés de Disney. Al poco, alcanzó el número 4 en la lista de más vendidos de Publishers Weekly y Amazon (categoría juvenil) y el quinto puesto en la clasificación
de The New York Times.
Estamos en un mañana indeterminado, instalados en una Sociedad cuyos miembros han sido liberados de la responsabilidad de adoptar decisiones: los dirigentes dictan sus vidas y determinan el momento de su muerte, todo en aras de la armonía social.
Es el mundo de Cassia, una joven feliz y despreocupada que el día de su 17 cumpleaños asiste a su banquete de emparejamiento, donde por primera vez oirá el nombre y verá la cara del chico que las autoridades le han asignado como pareja perfecta, la persona con la que habrá de compartir el resto de su vida. Y el elegido es… ¡su mejor amigo, Xander! ¿No es
maravilloso? Se conocen desde siempre, son íntimos, la confianza es total. Y es también inusitado porque prácticamente nunca el sistema propicia un emparejamiento así.
Sin embargo, el material informático que Cassia recibe para preparar su futuro guarda una sorpresa: la imagen de Ky, otro colega de la pandilla. ¿Un error? Qué raro, las autoridades no los cometen. Casi de inmediato, una funcionaria del Ministerio del Emparejamiento le confirma un fallo que es doblemente lamentable porque –le confía-, Ky no es susceptible de ser
emparejado puesto que es un ciudadano de segunda clase.
La noticia la deja noqueada. ¿Por qué Ky, su vecino, no tiene los mismos derechos que los demás? A raíz de todo esto, Cassia empieza a cuestionarse lo que hasta ese momento parecían dogmas intocables. ¿Y si los líderes no son tan perfectos como creíamos? E incluso: ¿Y si nada es como creíamos?
Cassia inicia así un viaje de la aceptación a la rebelión, de la cómoda irresponsabilidad al compromiso peligroso, del amor impuesto y rutinario al amor pasional libremente elegido. Su metamorfosis apenas comienza (esta es la primera entrega de una trilogía), pero el cambio es sincero, emociona y atrapa. El lector no podrá sino acompañarla en este camino.
Extras de Scott Westerfeld
Lo normal, en una serie de libros, es que el primero de los títulos consiga unos niveles de éxito y ventas bastante superiores a los de los siguientes. Esto es un hecho incontestable, ¿verdad? Y lo normal, además de lógico, es que las trilogías consten de tres libros. Pues,
si esto es así, con Extras nos encontramos ante una novela que lo es todo menos normal: se trata de la cuarta parte de una trilogía y, además, ha superado de largo las ventas de los libros anteriores llegando incluso al número 1 de la lista del New York Times.
¿Cuál es la clave para entender este fenómeno? Probablemente, sea el hecho de que Extras está pensada para ser la guinda que corona el pastel formado por Traición, Perfección y Especiales pero, a la vez, tiene la virtud de ser una gran novela por sí misma, al margen de las demás. Responde al ¿Y después qué? que nos surge al cerrar el último libro de la trilogía al tiempo que nos propone un mundo, unos personajes y unos conflictos totalmente nuevos y autónomos. Ah, y sobre todo, no le falta un gramo ni de acción ni de emoción.
Zafiro de Kerstin Gier
La historia de Gwen y Gideon continúa…
Gwen está hecha un lío… Gideon, su “compañero” de viajes en el tiempo la está volviendo completamente loca: tan pronto la besa apasionadamente como la ignora con desdén.
Y es que nadie dijo que el amor a través del tiempo fuera una empresa fácil, ni mucho menos. Por suerte, Gwen tiene a su mejor amiga Leslie, a James, el fantasma del instituto, y a Xemenius, una gárgola bastante irreverente, para que le echen una mano en sus altibajos amorosos.
Ah, y en lo de comportarse como la ahijada de un marqués o un duque del siglo XVIII… Porque desde que se ha convertido en la última viajera en el tiempo parece que estos son sus planes: asistir a una soirée en el año 1782, salvar el mundo y, sobre todo, no dar el cante. Así que ahora su vida consiste en aprender a bailar el minué (que no es nada sencillo) mientras decide lo que siente por el chico de sus sueños (que tampoco lo es).