En el estudio se administró una droga normalmente utilizada para corregir la hipertensión como es el telmisartan.
Esta droga se administró a pacientes internados en dosis mucho más altas de las que suelen recibir los hipertensos, y bajo estricto control médico: el resultado fue que se logró contrarrestar el ataque inflamatorio que, a veces genera la infección del SARS-CoV-2, virus que causa la enfermedad covid-19.
El virus ingresa al organismo a través de las vías respiratorias y una vez allí se vale de su proteína Spike para unirse a una enzima que se encuentra en las células de las mucosas conocida como angiotensina e impide que trabaje de forma normal que consiste en degradarse desde la angiotensina II a otra llamada 1-7.
Esta última es un vasodilatador natural, y por ello es el blanco de la droga telmisartan, que se suele recetar a quienes sufren de hipertensión arterial.
Este bloqueo que hace el virus sobre la enzima genera una acumulación de la angiotensina II, que inflama, a la vez que baja la concentración de la 1-7, que desinflama. Si los niveles de angiotensina II suben en los pulmones, por culpa del virus, se desencadena un proceso inflamatorio en cascada que termina en una deficiencia respiratoria grave o síndrome respiratorio agudo severo.
Tratamiento experimental
El equipo de investigadores hipotetizó que, valiéndose de una droga que pudiese bloquear los receptores de la angiotensina, podrían evitar los efectos inflamatorios de esta enzima.
Así fue que encararon un ensayo clínico eligiendo la herramienta más adecuada, que es el telmisartan, con el dosaje más efectivo, que es uno más alto que el que suelen recibir los hipertensos que toman medicamentos con esa droga.
El ensayo clínico demostró que para el día 5 ya se habían reducido los niveles de inflamación en el grupo tratado con telmisartan y para el día 8 la reducción ya era mayor.
Pero, lo más promisorio fue que, entre quienes recibieron la droga, el tiempo de internación se redujo a 9 días, frente a los 15 o más del grupo de control y que también disminuyó la necesidad de oxígeno y las probabilidades de fallecimiento cayeron en un 81 por ciento.
Este estudio clínico es parte de una investigación mayor que los investigadores e investigadoras de la UBA vienen realizando desde mediados del año pasado, en aras de buscar un tratamiento contra covid-19 con una droga como el telmisartan, de producción barata, y que se fabrica en casi todo el mundo, incluido nuestro país.