Tradicionalmente, el tratamiento de los agujeros maculares
ha implicado una vitrectomía, pero los pacientes deben mantener una posición boca abajo durante
varios días y noches mientras la burbuja de gas insertada al final de la
cirugía flota hacia la parte posterior del ojo. Al igual que un vendaje
temporal, esa burbuja ayuda a que los bordes del agujero se acerquen y
finalmente se cierren. Hace 3 años la oftalmólogo y cirujano de retina MD, Ph.D
Dimitra Skondra, del Centro de Imágenes Oculares de la Universidad de Chicago y
su colaboradores iniciaron un régimen de tratamiento utilizando tres
medicamentos en gotas (prednisolona, ketorolaco y brinzolamida) para deshidratar
las retinas de los pacientes, disminuir la inflamación y permitir que los
bordes de sus agujeros maculares se acerquen nuevamente. Desde entonces, el
equipo ha redactado un estudio retrospectivo de series de casos con 18
pacientes cuyos agujeros se cerraron con éxito durante el régimen de gotas
medicadas. El tamaño promedio de los agujeros que se cerraron fue de 185
micrómetros, aproximadamente 0.007 de pulgada. Cuanto más grande es el agujero,
y cuanto más tira el tejido cicatricial o el gel en los bordes del agujero,
menos efectivas parecen ser las gotas. Para esos pacientes, generalmente se recomienda
la cirugía tradicional. El equipo espera comenzar un ensayo aleatorizado multicéntrico
para seguir estudiando la efectividad del tratamiento y esperan publicar sus resultados a finales de año.