Revista Opinión

NOVELA: CAPÍTULO 1 BEAP ¿y Tú? PARTE 2

Publicado el 29 julio 2019 por Carlosgu82

Llegó el momento, y la vió salir. – ¡Sami! –. Una mujer de 26 años, con 1.68 metros de altura, ojos color miel, su cabello de color castaño y un poco ondulado, piel un tanto clara y un cuerpo con poca textura atleta y delgada, pero sí de admirar por su belleza. Traía consigo un vestido de traje; su camisa de color blanca de botones y manga larga, en la parte inferior, una falda de color negro que le llegaban unos 5 centímetros más arriba de sus rodillas. A Jhonny le encanta verla vestida con ese estilo, tipo formal.

Salió con un aspecto un tanto afligido en su rostro, Jhonny se acerca a ella y le pregunta:

– ¡Amor!, ¿qué te paso?

–Me despidieron –dijo Sami, soltando una lagrima que recorrió su hermoso rostro.

Jhonny sorprendido, la acogió fuertemente entre sus brazos depositándole un beso en la frente; expresando y recordándole  que él siempre la apoyaría. Después de calmarse la situación, Sami se secó aquella lágrima, sin importar que se corriera su maquillaje, tomó aliento y le dijo:

– ¿Vamos a casa? quiero descansar y no pensar un momento lo que ha sucedido  hoy –le dijo ella, mostrando un poco su sonrisa.

–Claro, amor –le respondió, acompañando con el mismo gesto en su rostro.

Salieron del edificio, rumbo a casa, Jhonny no llevaba la misma alegría con la que salió de su apartamento, creía que en aquel momento no sería lo adecuado para decirle la noticia que él le tenía, tras la que había recibido por parte de ella.

Al llegar al apartamento, Sami se despoja de sus zapatillas quedando descalza, e hizo lo mismo con su bolso de mano; prosiguió al interior del apartamento con solo el deseo de querer darse una ducha, y poder relajarse de toda la tensión que traía desde que salió de su oficina.

Jhonny se despojó de su camiseta recogiendo las zapatillas y el bolso de mano que había dejado Sami en uno de los muebles y  poder ubicarlos en su habitación.  Jhonny se dirigió a su oficina, se sentó frente a su computadora y allí se despojó de sus zapatos dejándolos por debajo de la mesa del escritorio.

Ahora Jhonny tenía que pensar si darle la noticia o simplemente dejarla pasar. El trabajo que tenía Sami, era el único ingreso económico con que contaban. Jhonny siempre ha querido ser escritor y con el libro que tiene en proceso casi por terminar, no podrá ejercerlo por el momento, pero sí está firme de ello.

Jhonny posa sus manos sobre su rostro, respira y suspirar con tanta ansiedad y frustración; y al mismo tiempo le pasaban varias cosas por su mente. ¿Será pronto el inicio en mi carrera como escritor y poeta? ¡Mi Estrella, déjame entenderte!

En ese momento, Sami se asoma en la puerta apoyándose a un costado de ella. Traía puesto un escote, un estilo deportivo y un cachetero que le hacía resaltar su hermosa figura. Con el pelo suelto y un poco humedecido ingresa a la habitación con un caminado sensual y excitante.

Dirigiéndose a él, coloca sus brazos sobre los hombros de Johnny dejándolos caer libremente hasta cubrir su pecho.

Jhonny reacciona rápidamente, pero sin preocupación, minimiza la pantalla, para que Sami no se fuera a enterar de su proyecto. Sami se sorprende por su reacción, pero decide callar, depositándole un cálido y dulce beso en su mejilla derecha; y por  eso decide preguntarle el motivo de su ida a la oficina, ya que le era extraño, su visita por aquel lugar.

– ¡Johnny! Mi amor, ahora que estuve pensando un poco, se me hizo curioso de que pasaras por mi oficina.

–Tranquila mi amor –respondió él, casi repentinamente y con una sonrisa, añadió–: era que me hacías mucha falta y quería invitarte a almorzar.

– ¿Me extrañabas? –Preguntó sorprendida–. Pero si vivimos juntos ¿no entiendo? –añadió.

– ¡Sí!, tu diariamente vas del trabajo a la casa y viceversa, quería que salieras un poco de la rutina.

Sami no muy convencida con sus palabras, le pregunta tratando de esclarecer su tono de voz, no muy normal en él:

–En eso si tienes razón, a veces también pienso mucho en esas cosas, ¿Y a qué lugar pensabas llevarme o invitarme?

–Pues… no sé –dijo él–, sólo salir y olvidarnos por un momento de la noción del tiempo –añadió,  tomándola de las manos y en ellas, le depositó un beso de amor.

–Bueno, iré a cambiarme –dijo Sami–. Mientras tanto, ve pensando al  lugar, al cual me piensas l levar.

Sami le da un beso apasionado en los labios, retirándose lentamente con un caminado sensual, logrando que Jhonny girara su silla y solo diera un suspiró de felicidad, casi de excitación por aquella mujer que se ha enamorado, día a día.

Jhonny y Sami salieron a caminar por el parque Prosperct Park, Nueva York. Quedando a unas cuantas calles de su apartamento; con una hermosa vista, muchas rosas, un lago que reflejaba el hermoso atardecer, se podían admirar las parejas demostrando su amor, los niños jugando y las aves cantando su hermosa melodía, era un ambiente muy tranquilo y lleno de paz, brindándoles un poco de alegría mientras disfrutaban de su recorrido. Hablaron de muchas cosas hasta caer la noche.

Se dirigieron a un restaurante cercano, de gustos exóticos, para saciar un poco el hambre que los consumía.

Ingresaron al restaurante y tomaron asiento. Los recibió un mesero muy amable, haciéndoles entrega de su carta del menú. Cada uno pidió su cena a su gusto; el mesero recibió su orden y prosiguió a retirarse.

Mientras esperaban. Sami notaba en el rostro de Johnny un aspecto de preocupación que no dejaba irse desde que salieron de su apartamento, Sami le pregunta:

–Jhonny, mi amor; desde que salimos del apartamento, traes consigo un aspecto un tanto distraído ¿dime, que tienes?

–Tranquila mi amor –le contesto, con una sonrisa de confianza–: tú sabes que a veces me elevo fuera de este mundo.

–No amor –dijo ella, con un tono claro y seguro–, esta vez es distinto, sé que algo te está preocupando, ¿dime Jhonny? tú sabes que eso me molesta, que me mientas y que no quieras decirme las cosas; Si es porque perdí el trabajo, encontraré otro, no te preocupes.

Jhonny solo guardó silencio por un instante; pensó, y se decidió en contarle a Sami, tomándole las manos delicadamente pero también demostrándole su amor. Dijo:

–Amor, la verdad es que… –le dijo mirándola fijamente a los ojos–. Sé que a veces te molestas porque me la paso todo el día con mi laptop, y no apoyo con lo económico y eso me frustra a veces, pero mi amor… por fin avancé en mi libro, sé que con ello puedo dar un paso en mi sueño de ser escritor, ¿y no sé, si te parezca algo absurdo este proyecto?

Sami, un tanto sorprendida, por la forma de su pensar, guardó silencio por un momento y aclarando su mente, de que ella no se lo decía exactamente con ese sentido.

–Amor, cuando discutimos por cosas como esas, no te lo decía de esa forma, solo que… es poco el tiempo que pasamos juntos y que no vivimos aventuras; por un momento me alegré que perdí el trabajo, por esa misma razón; el recorrido por el parque me alegró mucho –le dijo, mostrándole una sonrisa en su rostro, tomándole la mano–. Y sí, me alegra tu noticia, le podemos decir a mi amigo lejano que trabaja con la revista TIME; tal vez a él, le interese tu proyecto y así exista la posibilidad de que puedas publicar tu libro. –añadió.

A Jhonny se le borró un poco el aspecto de preocupación por la parte de que Sami lo apoyaba, pero, por otro lado, no le gustaba mucho la idea de su amigo, debido a lo que ellos en un tiempo atrás, tuvieron casi una relación; tenía miedo, de que, por algún motivo vuelva aquel sentimiento y tal vez la posibilidad de perder a su Sami; pero sí que era una grandiosa idea, porque el amigo de ella tenía muchas influencias de escritores y editores que trabajan en aquella revista.

Jhonny le dijo a Sami, que lo dejara pensar acerca de aquella propuesta, lo cual, lo puso en una situación difícil de su relación. Por otro lado, Sami también comprendió lo que alguna vez sucedió con su amigo Mike, pero ella está muy segura del amor que siente por él, de igual que él por ella y no van a permitir que un pasado, destruya su amor de tantos años.

Jhonny decidió cambiar un poco el tema y le pregunta a Sami sobre su amiga Mónica Yules, que lleva tiempo de no contarle de ella; Sami sin ningún inconveniente le dice; que la última vez que hablo con ella, se encontraba en las afueras de la ciudad visitando a sus padres, porque su hermana Betty Cameron Yules, había dado a luz una hermosa niña y quería conocer a su nueva sobrina. Jhonny mostrando una sonrisa, le dice a Sami; que le mande saludes, cuando se vuelva a comunicar con Mónica, Sami le responde con una sonrisa afirmándole que lo haría.

El mesero llega con su orden, colocándole a cada uno en el lado de su mesa, los platillos que había ordenado. Jhonny y Sami prosiguieron a cenar, sin más que decir.

Después de la cena, llegaron al apartamento. Mientras Sami se quitaba su suéter y lo colocaba detrás de la puerta, le dice a Jhonny, que mañana a primera hora se comunicaría con Mike y le comentaría sobre el proyecto, para ver qué opinaba; Jhonny afirmó con la cabeza y con una sonrisa en su rostro quitándose también su suéter, dejó sus llaves y su billetera sobre una mesa que se encontraba ubicada en su sala, pero no muy convencido por el comentario relacionado a Mike, decide retirarse a su habitación, pero antes la besó apasionadamente en sus labios, aclarando el amor por ella; diciéndole que un momento iba a su habitación a descansar. Sami sintió el amor en ese dulce beso y los celos que posiblemente le causaría por su llamada a Mike; pero por otro lado le emocionaba, porque se sentía más amada que nunca, por el sentimiento que él sentía por ella.

Ahora Jhonny sólo le atormentaba una cosa; los celos que le estaba provocando Sami, pero también en las grandes posibilidades de lograr un éxito con su libro, si lograba agradarles a los editores de la revista, pero colocaría entre el cielo y la tierra, su relación de tantos años con Sami.

Jhonny, no sentía pertenencia de Sami, un pálpito en su corazón, le advertía de algo trágico, una posible ruptura o pérdida de su amor. Sería un nuevo camino en su vida, un camino de incertidumbre, obstáculos y alegrías. Sintió una sensación, como una energía de tristeza, su corazón se aceleró por completo, hasta llegar a la conclusión; de aceptar lo que el destino le tenía escrito.

Escribió las siguientes palabras en una hoja de papel, un tanto arrugado de color gris; optó por su pluma de confianza; la que un día lo acompañó a trascribir y proyectar los mejores pensamientos en su adolescencia. Las cartas de amor que le escribía a Sami.

Cita 18
“Los trazos de un artista, son el vigor, más fuerte que puede expresar, en sus más puros escritos”.
Jhonny, Básník.
 
Cita 19
“la esencia del buen vivir, es contar con la alegría de aquellos que de verdad amamos”.
Jhonny, Básník.

instagram: @the_basnik


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