Revista Cultura y Ocio

Novela de ajedrez. Lo último de Stefan Zweig

Publicado el 12 febrero 2021 por Juancarlos53
"El juego del ajedrez posee la magnífica ventaja de no agotar el cerebro, pese al esfuerzo mental más intenso, pues reduce el empleo de las energías espirituales a un campo estrechamente limitado, aguzando más bien la agilidad y elasticidad de la mente."
Si no me equivoco todos los años comienzo el Reto "Nos gustan los clásicos" con la lectura de una obra del para mí grandísimo Stefan Zweig. Este año no podía ser diferente y acabo de leer una de las suyas que desde hacía tiempo llevaba queriendo hecerlo. Me refiero a "Novela de ajedrez".
Manuel Lobo Sierra (traductor), Gestapo, Nazis, Fascismo, IIª Guerra Mundial Sinopsis (proporcionada por la propia editorial) Sin capacidad para cualquier otra actividad intelectual, Mirko Czentovicz se reveló, ya desde niño, como un genio del ajedrez, del que ha llegado a ser campeón del mundo. Pero, en un viaje en barco de Nueva York a Buenos Aires, se le presenta un enigmático contrincante: el señor B., noble vienés que huye de los nazis. Uno de los pasajeros del vapor se acerca a los dos personajes acompañando al lector a la confrontación entre los dos jugadores.
Mi comentario
Esta novela corta fue la última obra escrita por el austriaco Stefan Zweig quien no alcanzaría a verla publicada dado que el escritor vienés puso fin a su vida en Petrópolis (Brasil) el 22 de febrero de 1942 y esta breve narración fue publicada como homenaje al autor en edición limitada de 300 ejemplares en diciembre de ese mismo año.
La novela es una preciosa y elegante denuncia de la brutalidad del nazismo, vencedor imparable por entonces sobre la razón e intelectualidad del mundo. Zweig fue de los pocos intelectuales que desde muy temprano denunciaron el peligro que para Europa suponía el nazismo, si bien con escaso eco en su momento. 
La acción sucede durante la travesía en barco que lleva al narrador de Nueva York a Buenos Aires. La singladura tiene una duración prevista de doce días. Resulta que en el barco viaja también rumbo al campeonato mundial de ajedrez, Mirko Czentovic, yugoslavo rural enemigo del estudio que sorprendentemente tiene cualidades congénitas impresionantes para el juego del ajedrez, de manera que en pocos años se ha alzado con la corona del mismo. Czentovic es reacio a la conversación tranquila e inteligente, e incluso a cualquier contacto humano. Sólo se relaciona con sus semejantes en el campo de batalla que es el juego del ajedrez. No entiende otro trato humano que el del enfrentamiento. 
El narrador a instancias de un amigo decide incitarle a través del ajedrez, pero Czentovic no transige salvo que se le compense económicamente y de ser así sólo a una única partida. Así lo acuerdan; de manera que el campeón del mundo jugará una partida en la que  vence con facilidad contra un contrincante colectivo presidido por McConnor, que es el encargado de realizar los movimientos que entre todos acuerdan. Tras la derrota, el amigo del narrador pide la revancha a lo que el yugoslavo accede. Es en el curso de esta segunda partida cuando el bueno de McConnor, que así se llama el orgulloso norteamericano que ha retado al campeón, ve frenada su mano antes de un movimiento por un tal doctor B que corrigiéndole le anticipa sin equivocarse las jugadas que se sucederán a continuación, de manera que Mirko Czentovic deberá poner en el juego una atención que hasta entonces no había precisado. Gracias a esta intervención, la partida queda en tablas, razón por la que el campeón yugoslavo, herido en su amor propio, solicitará al doctor B una partida entre ambos para el día siguiente.
Durante esa tarde noche el narrador conoce de primera mano la historia de B y su conocimiento del ajedrez a pesar de que dice la última partida la jugó hacía más de 25 años. Todo era debido a haber estado retenido en un hotel vienés aislado de cualquier contacto humano durante meses. Sólo los interrogatorios a los que la Gestapo le sometía rompían su cruel monotonía sin referente alguno de tiempo o jornada, y sin posibilidad de entretenimiento alguno pues los libros, el papel y el lápiz le estaban vedados. En uno de esos interrogatorios por puro azar el doctor B pudo hacerse con un librito de 150 partidas maestras de ajedrez desarrolladas en todos sus movimientos. Estas 150 partidas las reprodujo mentalmente tantas veces que casi casi llegó a memorizarlas, de ahí la anticipación de movimientos que mostró a McConnor y que sorprendieron a todos. 
Con el tiempo el doctor B sería liberado y expulsado de Austria por la propia Gestapo al considerar que el aislamiento le había hecho enloquecer y enfermar. Él mismo se había prometido no volver a tocar el ajedrez dada la adicción y trastorno mental que le produjo. Pero... Y hasta aquí puedo contar si no quiero romper -¡y no quiero!- la magia encantadora con que Zweig hechiza a los lectores. Sin afán de destrozar nada sólo daré una pista para quienes la lean: Stefan Zweig se suicidó en Brasil en febrero de 1942 al creer firmemente que Hitler ganaría la guerra. Esta novela, la última que escribió, denuncia los métodos de la Gestapo contra intelectuales y racionalistas como el doctor B primando siempre como ya he dicho el choque, el enfrentamiento, el afán de derrotar al contrincante. El peligro que Zweig veía en su mundo y que además del curso de la guerra lo llevó al suicidio fue observar que muchos pensadores, artistas e intelectuales no vieran con muy malos ojos el papel de la Alemania nazi.

Nazismo y Ajedrez. Ajedrez y Guerra. Stefan Zweig

("Nazis y Ajedrez", Jesús Cabaleiro; https://periodistas-es.com/)

Si ya el fondo del asunto presentado es bastante para hacer de la novela una obra maestra de creación,  el estilo del austriaco la eleva a la condición de delicatessen Zweig. En conjunto estamos ante una alegoría presentada y desarrollada con gran elegancia pero también con mucha contundencia. En ella ajedrez, el chico campeón y el resto de contrincantes encubren referentes reales como la guerra, Alemania, el resto de naciones...
Los campeones más atrevidos, cada uno de los cuales le superaba infinitamente en dotes intelectuales, en fantasía y audacia, sucumbían a su lógica fría y tenaz, igual que Napoleón al pesado Kutuzow, o Aníbal a Fabio Cunctator, quien, al decir de Livio, también había demostrado en su juventud esos rasgos llamativos de pachorra e imbecilidad.
El lenguaje utilizado es en realidad sencillo y no contiene, salvo la alegoría señalada que el texto en su conjunto es, mucha complicación retórica. Todo en el aspecto formal está al servicio del fondo; quizás por eso la figura estilística  más visible, utilizada con clara intención simbólica, sea la del oxímoron con la que Stefan Zweig quiere resaltar la gran contradicción que para él es el juego del ajedrez (la guerra) por mucho que se tenga de él la consideración de inteligente cuando quien gana todas las partidas es un bruto de pensamiento plano:
[el juego del ajedrez es] antiquísimo y eternamente joven; mecánico en la disposición, y, sin embargo, eficaz solamente por obra de la fantasía; limitado en el espacio, geométricamente fijo y a la vez ilimitado en sus combinaciones; desarrollándose de continuo y no obstante, estéril; un pensar que no conduce a nada; una matemática que nada soluciona; un arte sin obras; una arquitectura sin sustancia, y, no obstante, evidentemente más duradero en su existencia y ser que todos los libros y obras de arte; el único juego propio de todos los pueblos y tiempos y del que nadie sabe qué dios lo legó a la tierra para matar el hastío, aguzar los sentidos y poner en tensión el alma?
Para finalizarTras leer literatura actual repleta de best sellers inacabables y de novelitas inanes pretendidamente profundas reencontrase con "Novela de ajedrez" de  Stefan Zweig y comprobar cómo en pocas páginas evoluciona ante el lector la psicología de los personajes sin estridencias ni alaracas pero con seguridad, contundencia y certeza le reconcilia a uno con el auténtico arte que la literatura es. 
Comienzo mi participación en el Reto "Nos gustan los clásicos 2021" del blog 'Un lector indiscreto' con esta novela corta. Creo que no puede haber mejor entrada. 
Otras obras de Stefan Zweig reseñadas en este blog
      • "Miedo" 
      • "María Estuardo"
      • "Magallanes (la aventura más audaz de la humanidad"
      • "Ardiente secreto"
Novela de ajedrez. Lo último de Stefan Zweig

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