Novela de Victoria Dana “Las Palabras Perdidas”

Recupera novela de Victoria Dana “Las palabras perdidas” La autora explicó que el volumen narra la historia de una exitosa abogada, Blanca Hernández, quien un día descubre que está perdiendo la memoria. México.- A partir de la experiencia que vivió con su suegra, quien padecía un síndrome neurodegenerativo, y tras investigar que pocos países tienen programas preventivos para este tipo de padecimientos, la mexicana Victoria Dana decidió escribir “Las palabras perdidas”, su más reciente novela. En entrevista con Notimex, la autora explicó que el volumen narra la historia de una exitosa abogada, Blanca Hernández, quien un día descubre que está perdiendo la memoria y se va difuminando en su realidad. Con esta publicación, que se ha presentado hoy 19 a abril en la librería del Fondo de Cultura Económica “Rosario Castellanos”, abundó, espera que los lectores tomen conciencia sobre esta clase de enfermedades neurodegenerativa y sobre el trato que se le da a las personas de la tercera edad. “Estamos viviendo en un mundo en que en poco tiempo la mayoría de la población será de ancianos incapacitados y una población mínima de jóvenes irresponsables, por eso es importante hacer conciencia de ello”, mencionó. Explicó que la idea inicial surgió de la experiencia que vivió con su suegra, quien fue diagnosticada con demencia vascular, enfermedad que la llevó a ella a investigar y finalmente a descubrir que lo que realmente padecía era el síndrome de Pick.

“Fue curioso porque cuando ella comenzó a confundirse, a perderse, yo comencé a investigar y me di cuenta que el enfermo siente, y de que no tenía Alzheimer”, mencionó.

Aseguró que el síndrome de Pick comparte algunos síntomas con el Alzheimer nombrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia a partir de 1999, “en todo el mundo hay 6 u 8 países que tiene programas de prevención para esta enfermedad, es aterrante porque los demás no hacen nada”. A lo largo de la historia, el personaje principal se apoya en un diccionario, el cual le permite no perder su conexión con el mundo y recordar, elemento que decidió incluir por el amor que le tiene a la palabra.

“Cuando falleció mi suegra estaba en su librero un diccionario, seguramente no lo había usado, pero no importaba yo tenía deseos de apropiarme de él, para así devolverle la palabra”, expresó.

Agregó que además de documentar un caso real de esta enfermedad, este libro honra la memoria de su suegra, “para mi era importante darle a entender a la gente de que a pesar de toda la perdida de identidad, ella como ser humano nunca dejó de estar ahí, había destellos en su mirada que me decían que estaba conmigo”. Sobre el título, la autora señaló que hace referencia a los deseos del personaje principal por rescatar la palabra, lo que le representa la posibilidad de relacionarse con el mundo. “Ella lo que quiere es no perder el significado de la palabra, la usa como un desafío, de cierta manera es su forma de sobrevivir, pero la pierde porque al final se le olvida revisar el diccionario, es un pérdida total del lenguaje”, expresó. Respecto a las complicaciones que enfrentó para la realización de este libro, apuntó que fue una experiencia intensa la redacción de éste, ya que tenía una relación cercana con su suegra, quien falleció a causa de esta enfermedad. Dijo que “Las palabras perdidas” ha sido muy bien recibido por los lectores que lo han conocido, “lo más importante es que sí deje una conciencia del personaje, hay una identificación”. Abundó que otro de los objetivos de esta publicación es hacer una llamado, tanto autoridades políticas como médicas, así como a los jóvenes estudiantes de medicina, para tomar conciencia que hay enfermedades que no se han explorado.

“Hay que enarbolar la bandera de la tercera edad y de estas enfermedades, me refiero a todas las demencias que comienzan de forma distinta, pero que terminan igual, es un proceso de olvido muy impresionante”, expresó.

La autora puntualizó que algo que disfrutó en el proceso de creación de este libro fue resolver su duda de qué piensa una persona cuando se supone que ya no piensa “al perder estas estructuras de tiempo y espacio su percepción es a flor de piel”. Finamente, Victoria Dana, licenciada en Comunicación Social, precisó que el lector se encontrará con un libro que mantiene un tono intenso a lo largo de 150 páginas, tarea que, dijo, “no fue sencilla”. Fuente: Notimex Posted in: Las Palabras Perdidas,novela,tercera edad